Una alianza entre Kyivstar y SpaceX convierte a Ucrania en el primer país del continente en integrar conectividad satelital en smartphones convencionales.
En plena reconstrucción de su infraestructura digital, Ucrania da un paso histórico en las telecomunicaciones europeas al convertirse en el primer país del continente en ofrecer servicios móviles directos desde satélite, sin necesidad de torres terrestres. Esta iniciativa, fruto de una colaboración entre el operador Kyivstar y la red Starlink de SpaceX, permitirá a los ciudadanos ucranianos enviar mensajes y, más adelante, realizar llamadas y navegar por Internet desde cualquier punto del país, incluso en zonas aisladas o en conflicto.
El anuncio, realizado por el CEO de Kyivstar, Oleksandr Komarov, en el marco de una conferencia sobre la recuperación de Ucrania celebrada en Roma, supone un antes y un después en la arquitectura de las redes móviles. Según los planes, el servicio se iniciará con mensajería vía satélite a finales de 2025, y se ampliará con voz y datos durante el segundo trimestre de 2026.
Tecnología direct-to-cell: cobertura universal sin infraestructura terrestre
El corazón de este avance es la tecnología direct-to-cell de SpaceX, que incorpora antenas LTE directamente en los satélites de nueva generación de la constelación Starlink. Esto permite que un smartphone moderno —sin modificaciones ni dispositivos adicionales— se conecte al satélite como si lo hiciera a una antena terrestre. Basta con tener vista al cielo.
En las fases iniciales, la velocidad será similar a una conexión 2G o 3G, más que suficiente para mensajería y llamadas. Pero con el tiempo, y a medida que mejore la densidad de la constelación y la tecnología evolucione, se alcanzarán velocidades comparables al 4G básico, con un rendimiento estimado de entre 1 y 20 Mbps.
El sistema introduce una latencia algo superior a la de las redes convencionales —entre 30 y 100 milisegundos adicionales—, pero resulta perfectamente funcional para las necesidades más críticas de comunicación, sobre todo en contextos donde no hay alternativa.
Infraestructura resiliente para un país en guerra
En un momento de fragilidad energética y con zonas devastadas por el conflicto, Kyivstar ha mejorado significativamente la robustez de su infraestructura. Según Komarov, su red es capaz ahora de operar hasta 10 horas durante apagones generales, algo impensable hace apenas un año. Este refuerzo no solo mejora la conectividad en tiempos de crisis, sino que subraya el papel de Kyivstar como actor clave en la reconstrucción digital del país.
Una experiencia piloto con vocación global
Aunque el despliegue inicial se centrará en Ucrania, los expertos consideran que el país se convertirá en un laboratorio de referencia para el despliegue de esta tecnología en otras regiones del mundo. De hecho, analistas del sector consideran que el modelo direct-to-cell puede redefinir los fundamentos de la conectividad móvil global, al eliminar la dependencia de infraestructuras físicas y garantizar cobertura en cualquier lugar del planeta.
Con más de 5.000 satélites en órbita y planes para seguir ampliando su red, Starlink se perfila como el catalizador de esta nueva etapa, en la que operadores como Kyivstar podrán extender sus servicios a lugares donde antes era inviable por motivos técnicos, económicos o geopolíticos.
¿Un futuro sin antenas?
El auge de la conectividad satelital plantea una pregunta inquietante: ¿es el principio del fin de las torres de telefonía? Aunque todavía es pronto para dar una respuesta definitiva, lo cierto es que la tecnología ya permite imaginar un mundo donde la señal móvil no dependa del despliegue terrestre. Y en este escenario, Ucrania se ha posicionado a la vanguardia europea.
El despliegue de servicios móviles directos desde Starlink no es solo una respuesta tecnológica a un contexto de guerra: es una apuesta estratégica por la resiliencia, la soberanía digital y la innovación. Con Kyivstar como socio, Ucrania se convierte en el primer país europeo en abrazar esta revolución, abriendo un camino que, probablemente, muchos seguirán.