Telefónica podría estar preparando un golpe estratégico en el mercado español de las telecomunicaciones: una oferta pública de adquisición (OPA) sobre Vodafone España. Así lo adelantó esta semana El Confidencial, que cita fuentes cercanas al consejero delegado de la operadora, Marc Murtra.
La operación, de concretarse, supondría una reconfiguración profunda del sector, ya que Telefónica recuperaría un control dominante en su mercado doméstico. Para algunos analistas, esta jugada evoca un viejo fantasma: el de la “Telefónica monopolio”, aquella que durante décadas fue la puerta casi única de acceso a la telefonía fija y móvil en España.
Un movimiento estratégico con visto bueno accionarial
Vodafone España fue adquirida en 2024 por la británica Zegona, que pagó 5.000 millones de euros por la filial. Ahora, apenas un año después, el nuevo plan estratégico de Telefónica apunta a esa misma compañía como objetivo de integración.
Murtra, que asumió la dirección de la empresa este año, ya habría recabado el respaldo de los principales accionistas de Telefónica: la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), CriteriaCaixa y el grupo saudí STC.
Además, el ejecutivo habría mantenido contactos con representantes del Gobierno para informar de los planes y sondear el terreno político, consciente de que la operación requiere tanto el visto bueno regulatorio en España como el de Bruselas.
Un mercado que tiende a la concentración
El sector español de las telecomunicaciones vive una fase de consolidación acelerada. La fusión entre Orange y MásMóvil dio origen este año a MasOrange, un nuevo gigante que compite de tú a tú con Telefónica.
A este duopolio se suma Digi, operador rumano que empezó como OMV (operador móvil virtual) pero que ha dado un salto estratégico tras adquirir frecuencias en las bandas de 1.800, 2.100 y 3.500 MHz, herencia de MásMóvil. Con esta cartera, Digi ya prepara su propia red de infraestructuras para competir con más peso en el mercado nacional.
La incorporación de Vodafone a Telefónica dejaría el mapa español con solo tres grandes actores: Telefónica, MasOrange y Digi. Y aunque los reguladores europeos insisten en que reducir el número de competidores puede traer eficiencias, también alertan de que puede encarecer los precios al consumidor.
Europa como prioridad y Latinoamérica en venta
Desde su llegada al cargo, Marc Murtra ha insistido en que el futuro de Telefónica pasa por Europa. No en vano, la operadora ya controla participaciones relevantes en Reino Unido (Virgin Media O2) y Alemania (O2 Deutschland).
En paralelo, la empresa ha acelerado su salida de varios países latinoamericanos:
- Colombia: vendida a Millicom por 400 millones de dólares.
- Ecuador: traspasada a Millicom España por 380 millones.
- Perú: malvendida por menos de 1 millón de dólares a Integra Tec, pese a haber invertido 2.000 millones en los 90.
- Argentina: cedida a Telecom Argentina por 1.200 millones.
- Chile: en proceso de venta con Citi como asesor.
- México: negociaciones en marcha con Beyond ONE, propietaria de Virgin Mobile México.
La única excepción en la región es Brasil, considerado estratégico por su tamaño y rentabilidad.
¿Telefónica camino de un nuevo monopolio?
El posible regreso de Telefónica al control de Vodafone España despierta recelos. No son pocos los que recuerdan que, hasta la liberalización de las telecomunicaciones en los años 90, la compañía era sinónimo de monopolio en España.
“Si Telefónica compra Vodafone, el equilibrio del mercado se rompería de nuevo, y aunque Digi esté creciendo, hablamos de un poder casi absoluto repartido entre dos o tres empresas”, señala un analista consultado por este medio.
Otros expertos destacan que, aunque la operación podría justificarse en términos de competitividad frente a gigantes europeos como Deutsche Telekom o BT, el riesgo es que los consumidores acaben pagando precios más altos y tengan menos opciones.
Para el Gobierno y la Comisión Europea, el dilema será claro: permitir la consolidación para garantizar inversiones millonarias en 5G, fibra y cloud, o imponer condiciones estrictas para evitar un “retorno encubierto” al monopolio.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Por qué Telefónica quiere comprar Vodafone España?
La operación reforzaría su posición en el mercado español y encajaría en su estrategia de consolidación en Europa, donde ya tiene presencia destacada en Reino Unido y Alemania.
¿Qué riesgos tiene esta compra para los consumidores?
Una mayor concentración podría reducir la competencia y provocar precios más altos o menor diversidad de ofertas en el mercado español de telecomunicaciones.
¿Qué papel juega el Gobierno español?
Como accionista de referencia a través de la SEPI, el Estado tiene voz en la estrategia de Telefónica. Además, cualquier adquisición de esta magnitud requiere aprobación política y regulatoria.
¿Qué pasa con los mercados de Latinoamérica?
Telefónica está vendiendo la mayoría de sus operaciones en la región, salvo Brasil, para centrar su capital en Europa y ganar músculo frente a sus competidores continentales.
vía: elconfidencial