El 27 de enero de 2025 marcará un antes y un después en las telecomunicaciones en España. Telefónica, en cumplimiento con las directrices de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), pondrá fin a la interconexión de llamadas de voz basadas en la tecnología TDM (Multiplexación por División de Tiempo). Este cambio supone el cierre definitivo de un sistema que durante décadas fue la base de la telefonía fija y digital, dando paso a la consolidación total de la voz sobre IP (VoIP) como el estándar en las comunicaciones.
El fin de la era TDM: razones y beneficios del cambio
La tecnología TDM, introducida hace décadas, revolucionó las telecomunicaciones al permitir la transmisión simultánea de múltiples señales por un único canal. Sin embargo, su relevancia ha disminuido drásticamente en los últimos años. Según datos de la CNMC, en 2023, menos del 0,2 % del tráfico de llamadas en España utilizaba esta tecnología. Varias razones explican este cambio:
- Eficiencia energética y operativa: La VoIP, basada en el tráfico de datos por redes de Internet, reduce significativamente el consumo energético y los costes asociados al mantenimiento de infraestructuras tradicionales.
- Modernización tecnológica: TDM se ha quedado obsoleto frente a los avances tecnológicos que ofrecen mayor calidad, escalabilidad y flexibilidad en las comunicaciones.
- Problemas logísticos: El mantenimiento de las centrales TDM resulta insostenible debido a la falta de piezas de repuesto y de personal cualificado para su operación.
Además, el cierre definitivo de las 50 centrales TDM aún activas, distribuidas en 21 áreas de España, permitirá a las operadoras concentrar sus esfuerzos en tecnologías más avanzadas y con mayor proyección de futuro, como el 5G.
Un proceso planificado hacia la tecnología IP
El paso a la tecnología IP no ha sido improvisado. Desde 2018, Telefónica ha promovido la interconexión IP entre operadores, en línea con la Oferta de Interconexión de Redes (OIR) aprobada por la CNMC. Este proceso progresivo culminará con la desaparición definitiva de la tecnología TDM.
La transición hacia VoIP también está alineada con otros proyectos de modernización tecnológica liderados por Telefónica, como el apagado de las redes de cobre, previsto para completarse en 2026. La convergencia hacia infraestructuras digitales más eficientes y sostenibles representa un avance significativo para el ecosistema de telecomunicaciones en España.
Impacto para los usuarios finales y las operadoras
Aunque el cambio marca un hito histórico, los usuarios finales no experimentarán alteraciones significativas en su experiencia de llamadas, ya que la mayoría de las comunicaciones actuales ya se realizan a través de tecnología IP. Sin embargo, para las operadoras y el mercado en general, los beneficios serán notables:
- Reducción de costes operativos: La eliminación de la infraestructura TDM supone un ahorro considerable, al tiempo que simplifica la gestión de las redes.
- Calidad mejorada: La tecnología VoIP ofrece una mayor estabilidad en las llamadas y una calidad de audio notablemente superior.
- Enfoque en tecnologías avanzadas: El cambio permitirá una mayor inversión y desarrollo en tecnologías emergentes, como el 5G, que también opera sobre redes IP.
Un paso hacia el futuro digital
Con esta transformación, España avanza hacia un ecosistema digital más robusto y sostenible, posicionándose como un referente en la modernización de las telecomunicaciones. El adiós a la tecnología TDM no solo marca el fin de una era, sino que también sienta las bases para un futuro en el que la conectividad y la eficiencia serán los pilares fundamentales del progreso tecnológico.
