La lluvia de los últimos días ha dado un pequeño respiro a los embalses españoles. Según los últimos datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), la reserva hídrica nacional se encuentra al 54 % de su capacidad total, con 30.274 hectómetros cúbicos (hm³) almacenados. Es un aumento de 126 hm³ en una sola semana, apenas un 0,2 % más, pero suficiente para frenar temporalmente la tendencia de descensos que venía arrastrando buena parte del otoño.
Grandes diferencias entre cuencas
La fotografía del agua en España sigue marcada por fuertes contrastes geográficos:
- Las cuencas del norte presentan una situación relativamente cómoda.
- Cantábrico Oriental: 72,6 %
- Cantábrico Occidental: 60,8 %
- Miño-Sil: 58,0 %
- Galicia Costa: 61,3 %
- Cuencas internas del País Vasco: 76,2 %
- En la España interior, los grandes ríos se mueven en niveles cercanos a la media nacional, aunque todavía lejos del lleno:
- Duero: 56,4 %
- Tajo: 58,6 %
- Guadiana: 58,1 %
- Ebro: 55,6 %
- El mayor motivo de preocupación sigue estando en varias cuencas del sur y del Levante:
- Segura se mantiene como la más tensionada, con solo 21,1 % de agua embalsada.
- Júcar está al 49,9 %, justo por debajo de la media.
- Guadalquivir alcanza el 44,5 %, mientras que Guadalete-Barbate se queda en el 42,2 % y la Cuenca Mediterránea Andaluza en el 42,8 %.
En el caso de las cuencas internas de Cataluña, el nivel actual es del 71,2 %, lo que confirma la recuperación progresiva tras la durísima sequía de los últimos años, aunque las administraciones siguen apelando a la prudencia.
Las lluvias alivian, pero no resuelven el problema
Las últimas borrascas han dejado precipitaciones abundantes en la vertiente atlántica y también han regado con fuerza algunos puntos del Mediterráneo. El registro más llamativo se ha producido en Bilbao, con 109,3 milímetros (109,3 l/m²) en el periodo analizado.
Este episodio de lluvias sirve para recargar embalses y acuíferos, pero los expertos recuerdan que no es suficiente para dar por cerrada la crisis hídrica estructural que arrastra España. La combinación de años secos, mayor evapotranspiración por temperaturas más altas y un consumo muy intenso en algunos territorios sigue presionando el sistema.
El dato del 54 % de capacidad es mejor que en algunos momentos críticos de los últimos años, pero no permite relajarse: la gestión del agua seguirá siendo un asunto central para el regadío, el abastecimiento urbano y la producción hidroeléctrica durante los próximos meses.
Una foto clave para planificar 2026
Más allá del titular semanal, esta radiografía de los embalses llega en un momento crucial: comunidades autónomas y organismos de cuenca empiezan a definir sus planes de riego y abastecimiento para 2026.
- En cuencas tensionadas como Segura o Guadalquivir, los datos alimentan el debate sobre posibles restricciones, modernización urgente del regadío y reducción de pérdidas en redes.
- En el norte y en las cuencas con buenos niveles, la prioridad pasa por aprovechar bien la ventana de bonanza: mejorar la interconexión de sistemas, reforzar la vigilancia de sequías y avanzar en almacenamiento y reutilización.
El MITECO pone a disposición de ciudadanos, empresas y administraciones una aplicación web específica donde se pueden consultar los niveles de todos los embalses peninsulares con capacidad superior a 5 hm³ desde 1988. Esta información, actualizada semanalmente, se ha convertido en una herramienta clave para entender cómo evoluciona el agua en un país cada vez más expuesto a la variabilidad climática.
Mientras tanto, la cifra de esta semana deja un mensaje doble: los embalses respiran, pero siguen en zona de vigilancia. Lo que ocurra en los próximos meses de invierno y primavera será decisivo para saber si 2026 se afronta con cierta tranquilidad o si vuelven las alarmas por sequía a muchas comarcas del país.
