Por qué los televisores y monitores de tubo siguen siendo el “santo grial” para jugar a consolas retro

Durante años los televisores y monitores de tubo (CRT) acabaron en el punto limpio sin demasiados miramientos. Hoy, sin embargo, muchos jugadores y coleccionistas se han dado cuenta de que quien conserva uno en buen estado tiene, literalmente, un tesoro. Y no sólo por nostalgia: hay motivos técnicos muy claros por los que una tele de tubo puede ofrecer una experiencia mejor con consolas clásicas que un flamante Smart TV 4K.

Además, entender cómo funcionan estas pantallas y qué conectores necesitamos para aprovecharlas marca la diferencia entre “se ve” y “se ve como debe”.


Cómo funciona de verdad un CRT (y por qué le sienta tan bien lo retro)

Un CRT (Cathode Ray Tube) no tiene píxeles como los conocemos hoy. En lugar de una matriz fija de subpíxeles, lo que hay es:

  • Un cañón de electrones (o tres, en el caso de color).
  • Una pantalla recubierta de fósforo.
  • Un sistema de deflexión que va “dibujando” la imagen línea a línea.

El haz de electrones recorre la pantalla de izquierda a derecha y de arriba abajo, encendiendo los puntos de fósforo correspondientes a cada línea. Esto ocurre decenas de veces por segundo, de forma que el ojo humano lo percibe como una imagen continua.

Tres detalles técnicos que explican su magia con las consolas clásicas:

  1. No hay resolución fija en píxeles
    Las consolas de 8, 16 y 32 bits trabajan con resoluciones muy bajas (por ejemplo, 240p/288p en muchos juegos).
    En un CRT, esa señal se adapta de forma natural al tubo:
    • No hay reescalado digital.
    • No hay “bordes serrados” exagerados.
    • Los sprites se funden con las líneas de exploración (scanlines).
  2. Exploración entrelazada y progresiva “real”
    Muchas teles de tubo trabajan en 480i/576i (entrelazado), pero muchas consolas clásicas dibujan en lo que hoy se conoce como 240p, una especie de “truco” que las teles aceptaban como si fueran 480i, pero mostrando líneas alternas.
    El resultado:
    • Imagen muy fluida.
    • Ausencia prácticamente total de input lag.
    • Ese aspecto “suave” con scanlines que hoy se intenta imitar por software.
  3. Sin procesado digital ni modos “inteligentes”
    El CRT no está aplicando reducción de ruido, interpolación de movimiento, reescalado a 4K, HDR ni ningún filtro extraño.
    La consola envía su señal analógica, y el tubo la muestra tal cual, con una latencia bajísima. Para juegos de precisión (plataformas, lucha, shmups) esto se nota muchísimo.

Televisor CRT vs monitor CRT: no todos los tubos son iguales

Cuando se habla de “teles de tubo”, a menudo se mete todo en el mismo saco, pero hay diferencias importantes:

Televisores CRT domésticos

Son los que la mayoría tuvo en casa:

  • Pensados para RF, vídeo compuesto y, en muchos modelos europeos, euroconector (SCART).
  • Resoluciones relativamente bajas, perfectas para consolas de NES a PlayStation 2.
  • Suelen tener algo de curvatura en la pantalla, sobre todo los modelos más antiguos.

Ventajas para retro:

  • Imagen “auténtica” tal y como se diseñaron muchos juegos.
  • Son fáciles de encontrar aún en algunas casas, trasteros o mercados de segunda mano.
  • Suelen incluir al menos entrada AV (RCA amarillo, blanco y rojo).

Monitores CRT de PC

Son otra liga:

  • Trabajan con señal RGB analógica (VGA, normalmente).
  • Soportan resoluciones más altas (640×480, 800×600, 1024×768, etc.).
  • Ofrecen gran nitidez, pensados para texto y gráficos de ordenador.

Para retro pueden ser una maravilla, pero requieren adaptadores o mods en la consola para sacar RGB/VGA a las frecuencias adecuadas. No todas las consolas lo facilitan.

Monitores profesionales (PVM/BVM, broadcast, etc.)

Estos son el objeto de culto máximo:

  • Usan entrada RGB analógica (BNC, SCART adaptado, etc.).
  • Están diseñados para vídeo profesional, con color muy fiel y geometría estable.
  • Son más raros y caros.

Para la mayoría de jugadores, un buen televisor CRT doméstico con euroconector ya ofrece una experiencia espectacular, sin entrar en equipos profesionales.


Tipos de conectores y señales: cómo enchufar tus consolas a un CRT

Aquí viene la parte práctica: saber qué cable usar y qué calidad podemos esperar.

1. RF (antena)

Es la conexión más antigua y de peor calidad:

  • El cable se conecta a la entrada de antena del televisor.
  • La consola “emite” un canal de TV (por ejemplo, canal 36) y hay que sintonizarlo.

Problemas:

  • Imagen borrosa.
  • Mucho ruido e interferencias.
  • Sonido pobre.

Hoy sólo merece la pena usar RF si no hay absolutamente otra alternativa.


2. Vídeo compuesto (RCA amarillo + audio blanco/rojo)

Es el conector más típico de los 90 y 2000.

  • Amarillo: vídeo compuesto (imagen).
  • Blanco/rojo: audio estéreo (o mono duplicado).

Características:

  • Señal analógica que mezcla luminancia y crominancia en un solo canal.
  • Calidad aceptable, pero con colores menos nítidos y algo de “sangrado”.

Para muchos usuarios es suficiente:
NES, Mega Drive, Super Nintendo, PlayStation y Nintendo 64 se han jugado así durante décadas.


3. S-Video (Y/C)

Menos común en España, algo más habitual en EEUU y Asia:

  • Separa luminancia (Y) y crominancia (C).
  • Ofrece una mejora notable respecto al compuesto:
    • Colores más nítidos.
    • Menos ruido.
    • Mejor definición de los bordes.

Si tu tele o monitor CRT tiene entrada S-Video y tu consola lo permite, es un buen salto de calidad sin complicarse demasiado.


4. Euroconector (SCART) y RGB

En Europa, el euroconector/SCART ha sido clave para el mundo retro. Es un conector grande, rectangular, con muchos pines.

Puede transportar varios tipos de señal (compuesto, S-Video, RGB), pero lo interesante es esto último:

  • RGB analógico: la consola envía rojo, verde y azul por separado, más la señal de sincronía.
  • Es la señal más limpia que la mayoría de consolas clásicas pueden ofrecer sin mods complicados.

Ventajas de RGB por SCART:

  • Imagen extremadamente nítida.
  • Colores bien definidos.
  • Sin mezcla de crominancia/luminancia → menos artefactos.

Muchas consolas PAL (sobre todo de 16 y 32 bits) soportan de serie RGB por SCART con el cable adecuado. El problema es que no todas las teles CRT implementan RGB correctamente (algunas sólo aceptan compuesto por SCART), así que conviene comprobarlo en el manual o probando.


5. Vídeo por componentes (YPbPr)

Se ve a menudo con tres conectores RCA de colores (normalmente verde, azul y rojo):

  • No hay que confundirlo con RGB “a secas”.
  • Es una señal analógica de alta calidad, muy común en la época de PlayStation 2, GameCube, Xbox y primeras teles planas.

En algunos CRT más modernos (sobre todo de gran tamaño) puede haber entrada de componentes. Para consolas de 128 bits, es una de las mejores opciones, pero:

  • No todas las consolas lo soportan de forma nativa en Europa.
  • Puede requerir cables específicos.

6. VGA y BNC (monitores de PC y profesionales)

Para monitores CRT de ordenador y monitores de vídeo profesional encontramos:

  • VGA (conector DE-15 azul típico del PC).
  • BNC RGB (varios conectores redondos, uno por componente).

Son soluciones pensadas para señales RGB analógicas de alta calidad y frecuencias de refresco diversas. Para usarlas con consolas clásicas suele hacer falta:

  • Cables específicos.
  • Adaptadores o escaladores que conviertan 15 kHz (típico de consolas retro) a algo aceptado por el monitor.

Es un mundo más técnico, interesante para los muy metidos en la escena retro, pero quizá demasiado complejo si sólo se quiere enchufar una consola y jugar.


¿Qué deberías buscar hoy en una tele o monitor CRT?

Si estás pensando en rescatar uno del trastero o comprarlo de segunda mano, estos puntos ayudan:

  1. Conectores disponibles
    Idealmente:
    • AV (RCA amarillo + blanco/rojo) como mínimo.
    • Euroconector con soporte RGB si es posible.
    • S-Video o componentes son un plus.
  2. Estado del tubo
    • Brillo uniforme (sin manchas muy oscuras o muy claras).
    • Colores estables (sin dominante verde o magenta constante).
    • Enfoque correcto (texto y bordes legibles).
  3. Geometría y convergencia
    • Líneas rectas sin curvas exageradas.
    • Sin desajustes fuertes en esquinas (típico en teles muy viejas o golpeadas).
  4. Sonido y electrónica
    • Sin ruidos eléctricos continuos o chasquidos.
    • Sin apagados aleatorios.
    • Sin olor a quemado.

Siempre que sea posible, lo ideal es probar el CRT con una consola o fuente de vídeo real antes de quedárselo. Una foto en un anuncio no revela si el tubo está cansado o si el aparato se calienta y se apaga al rato.


¿Y si sólo tengo una tele moderna?

Si no hay forma de conseguir un CRT, todavía se pueden hacer varias cosas para mejorar cómo se ve lo retro en una tele actual:

  • Usar escaladores dedicados (OSSC, Retrotink, etc.) para convertir la señal analógica a HDMI con menos input lag y mejores algoritmos.
  • Activar el “Modo Juego” en la tele para reducir el procesado y la latencia.
  • Respetar el formato 4:3 en los ajustes de imagen, evitando estirar los juegos a 16:9.
  • En consolas mini modernas oficiales (NES Mini, SNES Mini, Mega Drive Mini, etc.), probar los modos con scanlines o filtros CRT que simulan parte del look original.

No es lo mismo que un CRT auténtico, pero puede acercarse bastante si se configura bien.


Conclusión: el valor real de un “trasto” de otra época

Lo que para muchos es un aparato viejo que ocupa espacio, para la comunidad gamer retro es una pieza clave de la experiencia. Un televisor o monitor CRT:

  • Muestra la señal analógica de las consolas clásicas tal y como se diseñó.
  • Ofrece una latencia prácticamente nula, vital para juegos rápidos y exigentes.
  • Se lleva de maravilla con conectores como SCART RGB o S-Video, dando una calidad sorprendente incluso décadas después.

Por eso, entender la parte técnica —cómo funciona el tubo, qué señal envía cada consola y qué conector usar— convierte un simple “se ve” en un “se ve como nunca lo había visto desde los 90”.

Y de ahí la frase que hoy cobra más sentido que nunca: quien tiene un televisor o monitor antiguo, tiene un tesoro.


Preguntas frecuentes sobre CRT, conectores y consolas retro

¿Cuál es el mejor conector para usar una consola clásica en un CRT?
Depende del televisor y de la consola, pero en general el orden de calidad suele ser:
RGB por euroconector (SCART) > componentes (YPbPr) > S-Video > vídeo compuesto (RCA amarillo) > RF.
Si tu CRT soporta RGB por SCART y tu consola también, es normalmente la mejor opción.

¿Puedo usar un monitor CRT de PC directamente con una consola retro?
No de forma directa en la mayoría de casos. Los monitores de PC esperan señales RGB a frecuencias y resoluciones distintas (31 kHz y superiores), mientras que la mayoría de consolas clásicas sacan 15 kHz. Se necesitan adaptadores o escaladores específicos que conviertan esa señal para que el monitor la acepte.

¿Merece la pena pagar más por un CRT con euroconector antes que por uno sólo con AV?
Si te interesa sacar el máximo partido a consolas de 16 y 32 bits (Super Nintendo, Mega Drive, Saturn, PlayStation), sí, suele merecer la pena. RGB por SCART ofrece una mejora de nitidez y color muy visible frente al vídeo compuesto. Para uso casual, un buen CRT con AV también puede ser suficiente.

¿Por qué algunos juegos se ven mejor en CRT que en emuladores HD sin filtros?
Porque muchos gráficos fueron diseñados contando con el “desenfoque” y las scanlines del CRT. En alta resolución, píxeles y patrones pensados para fundirse se ven demasiado duros o cuadriculados. El CRT actúa casi como un filtro analógico natural, suavizando, mezclando colores y dando esa textura característica que hoy cuesta replicar por software.

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