Movistar prolonga los bloqueos del fútbol mucho más que sus rivales: así afecta a sus clientes

Los bloqueos de direcciones IP ordenados por LaLiga durante los partidos se han convertido en un incómodo “peaje” para millones de abonados en España. Todas las grandes operadoras —Movistar, Orange, Vodafone, Digi y el grupo MásMóvil— aplican este sistema de censura técnica en tiempo real para intentar frenar las retransmisiones pirata de los encuentros. Pero no todas lo hacen igual… ni durante el mismo tiempo.

Según los datos recogidos por la web de monitorización Hay Ahora Fútbol, Movistar es, con diferencia, la que más estira en el tiempo estos bloqueos: llega a mantenerlos hasta casi 14 horas después de que termine el último partido de la jornada, mientras que sus competidores levantan las restricciones mucho antes.

Un sistema de bloqueo masivo que nace en los tribunales

El origen de este esquema está en una sentencia que permite a LaLiga enviar, en tiempo real, listados de direcciones IP sospechosas de alojar o transportar señal pirata. Las operadoras deben bloquearlas de forma casi inmediata en sus redes durante las franjas horarias de los partidos.

Este modelo “dinámico” se ha ido endureciendo con el tiempo y ha generado fricciones con actores clave de la infraestructura de Internet. Cloudflare, por ejemplo, ha llevado a LaLiga a los tribunales al considerar que estos bloqueos son indiscriminados y afectan a miles de webs legítimas que comparten IP con páginas pirata, lo que supone un riesgo claro para una Internet abierta y funcional.

En paralelo, los usuarios llevan meses reportando problemas de acceso a servicios totalmente legales —desde webs corporativas hasta APIs y paneles de administración— que quedan atrapados en la red de bloqueos los días de partido.

Qué hacen las operadoras… y por qué Movistar destaca (para mal)

Las mediciones de Hay Ahora Fútbol, basadas en sondas conectadas desde distintas redes, muestran un patrón claro en una jornada reciente:

  • Orange y MásMóvil:
    • Unos 30 minutos después del pitido final del último encuentro (sobre las 22:45), levantan prácticamente todos los bloqueos de golpe.
  • Digi y Vodafone:
    • Mantienen las restricciones algo más: inician el desbloqueo unos 45 minutos después.
    • Primero liberan la mayoría de IPs y dejan las últimas para un proceso escalonado que se prolonga alrededor de 2 horas y media.
    • Hacia las 02:15 de la madrugada ya no queda ninguna IP bloqueada.
  • Telefónica / Movistar:
    • Juega en otra liga: según estas métricas, mantiene bloqueadas direcciones IP hasta casi 14 horas después del final del último partido.
    • El patrón se repite en la jornada dominical: la normalidad completa para sus clientes no se restablece hasta alrededor de las 9:30 del lunes.
duracion bloqueos laligagate

Es decir: mientras que con Orange, MásMóvil, Vodafone o Digi el problema suele quedar resuelto de madrugada, los clientes de Movistar pueden seguir sufriendo fallos de conexión durante toda la noche… y buena parte de la mañana siguiente.

Bloqueos “en negro”: sin aviso, sin explicación

No solo es cuestión de tiempo, sino también de cómo se aplica el bloqueo. Digi, por ejemplo, llegó a mostrar mensajes explícitos indicando que el acceso a ciertos recursos estaba restringido por orden de LaLiga. Era un parche, pero al menos el usuario sabía qué estaba pasando.

Movistar, en cambio, aplica un enfoque de “agujero negro”:

  • No muestra ningún mensaje de error específico.
  • Simplemente deja de responder a las conexiones hacia las IP bloqueadas.
  • El resultado es que aplicaciones, servicios y webs parecen “colgarse” sin explicación.

Para un usuario medio, esto genera frustración. Para un administrador de sistemas, un desarrollador o un responsable de IT, se traduce en horas perdidas de diagnóstico:

  • Se revisan firewalls, DNS, servidores y certificados…
  • Se abren tickets con proveedores de hosting o cloud que no encuentran problemas.
  • Solo al final, muchas veces, se descubre que todo se debe a un bloqueo temporal en la red de la operadora.

Cuando esos bloqueos, además, se prolongan hasta 14 horas después del último partido, el impacto en entornos profesionales y de teletrabajo se multiplica.

El papel de Movistar y LaLiga: ¿cumplimiento o exceso de celo?

Telefónica no es una operadora cualquiera en este terreno: es socio histórico de LaLiga y uno de los principales distribuidores de sus derechos audiovisuales en España. Que sea precisamente Movistar quien aplique la interpretación más dura (y prolongada) de los bloqueos no pasa desapercibido en el sector.

La compañía podría estar optando por el enfoque más conservador desde el punto de vista legal:

  • Mantener los bloqueos más tiempo significa reducir la posibilidad de que alguna retransmisión residual escape por las grietas del sistema.
  • Pero también implica asumir un mayor coste reputacional y de experiencia de cliente, especialmente cuando los afectados son servicios legítimos.

Mientras tanto, los reguladores miran de reojo. La concentración de poder en unas pocas grandes operadoras y plataformas audiovisuales ya está bajo escrutinio, y los conflictos por los bloqueos masivos de IP —como el litigio abierto entre Cloudflare y LaLiga— ponen sobre la mesa el debate sobre hasta qué punto estas medidas están alineadas con los principios de neutralidad de la red y proporcionalidad.

¿Qué puede hacer el usuario (y qué no)?

Para el consumidor, el margen de maniobra es limitado:

  • Cambiar de operadora:
    • Conocer qué compañías levantan antes los bloqueos puede influir en la elección de proveedor de Internet, especialmente si se trabaja con servicios críticos los fines de semana.
  • Reclamar formalmente:
    • Los usuarios pueden presentar reclamaciones ante la propia operadora y ante la Oficina de Atención al Usuario de Telecomunicaciones cuando consideren que el servicio no se está prestando correctamente. En España, las quejas por servicios de telecomunicaciones siguen siendo un indicador clave de tensión entre usuarios y operadoras.
  • Evitar “soluciones mágicas”:
    • El uso de herramientas para esquivar bloqueos con el objetivo de acceder a contenido protegido por derechos de autor puede tener implicaciones legales. Conviene extremar la prudencia y ceñirse a usos legítimos.

Lo que sí parece claro es que el sistema actual castiga a todos los clientes —incluidos los que pagan religiosamente por sus servicios— por culpa de un mecanismo de bloqueo masivo poco fino, que no distingue bien entre páginas pirata y recursos legítimos que comparten IP o infraestructura.

Un aviso a navegantes para la era del “todo conectado”

En un contexto en el que las empresas dependen de servicios en la nube, APIs externas y plataformas distribuidas, que una operadora pueda dejar inaccesibles durante horas determinados rangos de IP sin avisar ni ofrecer explicaciones claras es, como mínimo, preocupante.

Lo que muestran las mediciones de Hay Ahora Fútbol no es solo una “guerra contra la piratería”, sino también un síntoma de un problema más profundo:

  • decisiones técnicas con impacto masivo tomadas en mesas donde el usuario final apenas tiene voz,
  • falta de transparencia en cómo se aplican medidas excepcionales,
  • y diferencias notables de criterio entre operadores que comparten la misma obligación legal.

Mientras LaLiga, las telecos y los tribunales siguen afinando el modelo de lucha contra la piratería, el comportamiento de Movistar vuelve a abrir un debate incómodo: ¿hasta dónde puede llegar una operadora en nombre de los derechos audiovisuales antes de vulnerar, en la práctica, la calidad y previsibilidad del acceso a Internet que sus clientes han contratado?

La respuesta, de momento, se mide en horas de bloqueo… y Movistar va muy por delante del resto.

Fuente: bandaancha.eu

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