El último fin de semana dejó un nuevo episodio incómodo en el debate sobre los bloqueos antipiratería vinculados a LaLiga: la web de Madrid Salud, un organismo municipal dedicado a la salud pública en la capital, habría quedado inaccesible durante varias horas del domingo 14 de diciembre de 2025, según las quejas y capturas compartidas por usuarios en redes sociales.
No se trata de una web cualquiera. Madrid Salud presta información y servicios a los ciudadanos desde hace más de dos décadas. Por eso, el incidente ha encendido de nuevo las alarmas sobre el daño colateral que pueden causar ciertas medidas cuando se aplican de forma amplia: el objetivo declarado es frenar emisiones ilegales de fútbol, pero el resultado puede afectar a páginas “inocentes”, incluidas las de carácter institucional.
Bloqueos intermitentes y quejas en redes: “funciona, deja de funcionar y vuelve”
En esta ocasión, el patrón descrito por usuarios fue especialmente frustrante: accesos intermitentes, con momentos en los que la web cargaba y otros en los que quedaba bloqueada. Ese comportamiento, irregular y difícil de diagnosticar para el ciudadano, fue uno de los puntos más criticados: cuando algo falla “a ratos”, la sensación es de caos y de falta de control.
Las publicaciones en X (antes Twitter) apuntaron, además, a una circunstancia ya repetida en episodios anteriores: la incidencia afectó a distintas operadoras, lo que reforzó la idea de que no era un fallo puntual del sitio web sino un bloqueo aplicado a nivel de red.
El factor Cloudflare: seguridad legítima, impacto inesperado
Según la información compartida, el motivo de fondo estaría en que la web de Madrid Salud opera detrás de Cloudflare, un servicio ampliamente utilizado para mejorar seguridad, rendimiento y protección ante ataques (por ejemplo, mitigación de DDoS, filtrado de tráfico malicioso o estabilización ante picos de demanda).
Aquí está la paradoja: muchas organizaciones —incluidas instituciones públicas— recurren a este tipo de infraestructura precisamente para ser más resilientes y reducir incidentes. Sin embargo, en el contexto actual, determinados bloqueos dirigidos contra contenidos piratas que también se alojan o protegen con servicios similares pueden terminar afectando a dominios que no guardan relación alguna con el fútbol ni con retransmisiones ilegales.
El debate reaparece cada vez que ocurre un caso así: hay quien sugiere que “la solución” sería abandonar Cloudflare. Pero esa salida, además de costosa y compleja, plantea una pregunta incómoda: ¿por qué una entidad pública debería renunciar a una capa de seguridad estándar por miedo a que terceros activen bloqueos imprecisos? Y, sobre todo, ¿quién asume el riesgo de seguridad si se degrada esa protección?
¿Por qué los grandes partidos “tensan” más el sistema?
Otra idea que se repite es que los bloqueos se intensifican cuando hay partidos con mayor audiencia. En el relato de este fin de semana se menciona que el domingo por la tarde se reforzaron medidas en la antesala de un encuentro del Real Madrid programado a las 21:00 horas frente al Deportivo Alavés. El razonamiento es claro: cuanto más “caliente” el partido, más agresivo el blindaje antipiratería.
El problema no es que se persiga la piratería —es un objetivo legítimo—, sino que el mecanismo utilizado pueda generar un efecto dominó: si sube el nivel de bloqueo, sube también el riesgo de bloquear de más.
Del “tema recurrente” a la normalización: cuando el ciudadano se acostumbra a que fallen cosas esenciales
En los últimos meses se habla menos del asunto, y eso, lejos de ser una buena noticia, puede interpretarse como otra cosa: normalización. Si el ciudadano asume que determinados domingos “puede caerse medio Internet” o que ciertos servicios no están garantizados, el listón baja peligrosamente.
Por eso este episodio es sensible: anteriormente ya se había comentado el bloqueo de webs relacionadas con hospitales, y cada caso alimenta una preocupación que va más allá del fútbol. Cuando se toca infraestructura digital que puede considerarse crítica —aunque sea “solo” una web informativa—, el margen de error debería ser mínimo.
Lo que piden los usuarios: precisión, transparencia y un “no puede volver a pasar”
Lo que se reclama en redes, de forma recurrente, se resume en tres ideas:
- Más precisión para evitar bloqueos indiscriminados.
- Más transparencia: qué se bloquea, por qué, durante cuánto tiempo y cómo se corrige cuando hay daños colaterales.
- Prioridad absoluta a servicios públicos: si algo debe quedar fuera del radio de daño, es el acceso ciudadano a información municipal, sanitaria y administrativa.
Al final, lo que convierte el caso de Madrid Salud en noticia no es la tecnología, sino su impacto: cuando una medida destinada a “limpiar” una parte del tráfico termina afectando a una entidad pública, la conversación deja de ser técnica y pasa a ser social.
Preguntas frecuentes
¿Por qué una web municipal puede acabar bloqueada por medidas antipiratería?
Porque algunos bloqueos se aplican a nivel de infraestructura o patrones de red y pueden afectar a servicios compartidos (CDN, protección anti-DDoS, rutas), provocando daños colaterales.
¿Qué aporta Cloudflare (u otros servicios similares) a una web pública como Madrid Salud?
Suele aportar protección frente a ataques, estabilidad ante picos de tráfico, mejora de rendimiento y capas adicionales de seguridad que muchas organizaciones consideran ya “estándar”.
¿Por qué los bloqueos parecen intensificarse en días de partidos grandes?
En escenarios de alta audiencia suele haber más intento de retransmisión ilegal, y eso puede traducirse en medidas más agresivas o amplias, con mayor riesgo de errores.
¿Qué puede hacer un ciudadano si un servicio público online queda inaccesible?
Lo recomendable es acudir a canales alternativos oficiales (teléfonos, sedes, apps o comunicados), reportar la incidencia al organismo y a la operadora, y guardar capturas/horas para facilitar la trazabilidad del problema.
Fuente: adslzone.net
