La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha puesto negro sobre blanco una realidad que suele pasar desapercibida: Canarias, Illes Balears, Ceuta y Melilla viven conectadas digitalmente a la Península gracias a una malla de cables submarinos que garantizan el tráfico de voz y datos. Sin estos enlaces de gran capacidad, el acceso a servicios digitales de calidad —desde la fibra hasta el 5G— sería imposible o, como mínimo, muy precario. El regulador concluye que, en general, la conectividad es “razonablemente buena” y que la disponibilidad de servicios es comparable a la de la España peninsular. Pero también deja recomendaciones claras: revisar redundancias, renovar activos veteranos y fomentar acuerdos de intercambio de fibras entre operadores.
La fotografía de conjunto ayuda a calibrar la magnitud del reto. El 7,5 % de la población española vive fuera de la Península —unos 3,6 millones de personas— repartida entre los dos archipiélagos y las dos ciudades autónomas. Para todos ellos, tener Internet rápido, estable y a precios competitivos implica desplegar y mantener infraestructuras críticas bajo el mar. El informe de la CNMC (INF/DTSA/548/23) examina competencia, cobertura fija y móvil (incluido 5G) y, sobre todo, el papel de los cables nacionales como columna vertebral de esa conectividad extrapeninsular.
Un balance positivo… con obligaciones de futuro
El regulador traza una primera conclusión optimista: las islas de mayor tamaño muestran buenos niveles de cobertura y disponibilidad. En islas menores la cobertura de fibra y 5G está por debajo de la media española, aunque en niveles similares a los de otras zonas rurales peninsulares. En el extremo opuesto, Ceuta y Melilla sobresalen con cobertura casi completa de banda ancha de alta velocidad, mejor que la media española y muy superior a la media europea.
Ahora bien, la resiliencia —la capacidad de aguantar fallos sin dejar incomunicado un territorio— exige atención. La CNMC recuerda que en 2015 ya recomendó desplegar un segundo cable para El Hierro, entonces conectado por un solo sistema de Telefónica. A día de hoy, la isla sigue con un único cable, pero Canalink tiene en marcha el segundo enlace, con puesta en servicio prevista para 2026. La recomendación histórica, por tanto, está en vías de cumplirse.
El organismo también llama la atención sobre un aspecto operativo: cada operador cuenta con un único cable en cada ruta, lo que hace aconsejable explorar acuerdos de intercambio de fibras entre compañías para evitar interrupciones en caso de rotura. El regulador subraya que estos pactos deben respetar la normativa de competencia. Por último, algunos cables acumulen antigüedad, por lo que cabría esperar su renovación en el medio plazo.
Quince cables hoy, y tres más en camino: el mapa de la conectividad submarina
Una visión agregada de la red nacional muestra el esfuerzo de décadas. En España, hay 15 cables submarinos operativos para conectar Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla con la Península, y 3 más se prevén en los próximos 2 años. El más veterano, el Penbal 4, fue tendido por Telefónica en 1989 entre Valencia e Ibiza, y desde allí hasta Mallorca. A partir de ese hito, distintos operadores han ido construyendo rutas paralelas que aportan capacidad y respaldos.
Illes Balears: cuatro cables y una buena práctica de redundancia
Las cuatro islas habitadas del archipiélago balear —alrededor de 1,2 millones de habitantes— se conectan con la Península mediante cuatro cables operados por Telefónica, Islalink y Red Eléctrica:
- Península–Mallorca
- Penbal 5 (Telefónica, 1995)
- BalaLink (Islalink, 2001)
- Rómulo (Red Eléctrica, 2010): es principalmente eléctrico, pero incorpora 24 fibras.
- Península–Ibiza
- Penbal 4 Sg1 (Telefónica, 1989).

Un detalle relevante para la resiliencia: Islalink intercambia 2 fibras de cada cable con sus rivales, lo que permite a los tres operadores tener redundancia. Este tipo de pactos de infraestructura compartida es exactamente el que la CNMC considera oportuno extender allí donde no exista, siempre dentro de las reglas de competencia.
Canarias: largas distancias, cinco cables y refuerzos en 2026
El desafío logístico del archipiélago canario —1.500 km desde la costa andaluza— obliga a planificar a largo plazo. Sus 2,2 millones de habitantes dependen hoy de cinco cables operativos:
- Gran Canaria–Cádiz
- Pencan 7 (Telefónica, 2001): el más antiguo de la ruta canaria.
- Opción A (Canalink, 2011).
- Pencan 10 (Telefónica, 2026): en despliegue, con un presupuesto de 37,3 millones de euros, de los cuales 10,5 millones son financiación de la Comisión Europea.
- Tenerife–Cádiz
- Pencan 8 (Telefónica, 2010).
- Base 1a (Canalink, 2011).
- Opción A (Canalink, 2011).

La llegada del Pencan 10 en 2026 añadirá capacidad y respaldo a una ruta crítica. En paralelo, como se ha señalado, El Hierro espera el segundo cable de Canalink también para 2026, un punto sensible que el regulador sigue de cerca desde 2015.
Ceuta y Melilla: mucha velocidad y nuevas rutas
Con unos 85.000 habitantes cada una, Ceuta y Melilla presentan altísima cobertura de banda ancha. La multiplicación de rutas ha sido clave para elevar la calidad y contener precios:
- Ceuta cuenta con cuatro cables de Telefónica y GTD y sumará dos más de Red Eléctricaen 2026:
- Lince (Telefónica, 2006)
- Ces (Telefónica, 2013)
- Dos Continentes 1 (GTD, 2020)
- Dos Continentes 2 (GTD, 2020)
- 2 cables de REE (en entrada 2025/2026).
- Melilla dispone de dos cables operados por Telefónica, aunque uno es propiedad de la ciudad y su gestión está cedida hasta 2029:
- Alme (Telefónica, 1990)
- Cam (Melilla, 2014; gestión cedida).
Un matiz procompetencia nada menor: Telefónica está obligada a ceder el 30 % de la capacidad de uno de sus cables en Melilla a otras operadoras, facilitando así entrada de rivales y alternativas para empresas y usuarios finales.
Por qué importa la redundancia (y cómo se consigue)
Pocas infraestructuras son tan sensibles como un cable submarino: el lecho marino, el tráfico marítimo, las anclas, los sismos o deslizamientos pueden afectar a un tramo y provocar una interrupción. La resiliencia se construye con tres pilares:
- Rutas físicas alternativas (dos o más cables entre los mismos puntos o hacia puntos distintos).
- Acuerdos de intercambio de fibras o capacidades entre operadores (cuando cada uno solo dispone de un cable por ruta, como advierte la CNMC).
- Mantenimiento y renovación planificada de cables antiguos o cercanos al fin de vida útil.

En Baleares ya se ve una buena práctica con el intercambio de fibras entre Islalink y sus rivales. En Canarias, la entrada de Pencan 10 y el segundo cable de El Hierro reforzarán puntos críticos. En Ceuta y Melilla, la multiplicación de rutas y las obligaciones de cesión de capacidad blindan, además, la competencia.
Cobertura fija y 5G: luces y sombras con patrón rural
El informe de la CNMC sitúa la cobertura en islas grandes “en niveles positivos” y, en el caso de Ceuta y Melilla, muy por encima de la media nacional y europea. El matiz aparece en islas de menor tamaño, donde la disponibilidad de fibra y 5G es inferior a la media española, aunque comparable a la que sufren zonas rurales de la Peninsula. Es decir, allí donde baja la densidad de población y sube el coste por hogar conectado, el patrón de despliegue se parece en ambos lados del mar.
La clave para no abrir una brecha digital está en mantener las inversiones en acceso y transporte, aprovechar fondos allí donde existan y apoyarse en la competencia mayorista que propicia precios razonables para el usuario final.
Antigüedad y renovación: el reloj corre bajo el mar
La CNMC constata que algunos cables presentan antigüedad. La ingeniería de estos sistemas permite actualizaciones (por ejemplo, equipos terminales más eficientes en los extremos), pero el tramo húmedo —el cable en sí— tiene una vida útil finita. Programar sustituciones y refuerzos antes de que el sistema se convierta en un riesgo operativo es una obligación para operadores e instituciones, especialmente en islas menores o rutas con un solo cable.
El calendario que asoma en Canarias (Pencan 10 en 2026) y El Hierro (segundo cable Canalink en 2026) encaja con esa visión preventiva. En Ceuta, los dos nuevos cables de REE refuerzan el mismo concepto: más rutas, más resiliencia.
Competencia y acuerdos: el papel del regulador
La CNMC no dicta qué acuerdos deben firmar los operadores, pero señala el camino: cuando cada actor solo tiene un cable por ruta, la vulnerabilidad persiste. Intercambiar fibras o capacidad puede amortiguar una rotura imprevista. Eso sí, siempre bajo las reglas de competencia. El regulador vigila que esos pactos no restrinjan la entrada de terceros ni conduzcan a prácticas anticompetitivas.
En paralelo, la transparencia sobre capacidad disponible, precios mayoristas y acceso no discriminatorio sigue siendo el motor de inversión en acceso fijo, mejora de precios minoristas y variedad de ofertas —también en territorios extrapeninsulares—.
Lo que viene: tres nuevas rutas y una agenda de resiliencia
Con tres cables previstos en los próximos 2 años, la foto de 2027 debería mostrar un sistema más mallado y menos expuesto a fallos puntuales. La entrada del Pencan 10, el segundo cable a El Hierro y los nuevos enlaces hacia Ceuta son piezas de esa agenda de resiliencia que combina inversión privada, apoyo europeo y supervisión regulatoria.
La CNMC, por su parte, mantendrá el foco sobre renovación de activos veteranos, convenios de intercambio entre operadores y condiciones de competencia que garanticen igualdad de acceso a servicios fijos y móviles para todos los residentes en Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla.
Conclusión: bien conectados, pero sin margen para la complacencia
El veredicto del regulador es claro: “razonablemente buena” conectividad y servicios comparables a la Península en los territorios extrapeninsulares. Pero el sistema solo seguirá siendo robusto si se abordan tres frentes sin demora: redundancias físicas, acuerdos de intercambio y renovación proactiva de los cables veteranos. En infraestructura crítica, el coste de no hacer nada casi siempre es más alto que el de prevenir.
Para los 3,6 millones de ciudadanos que viven más allá del Estrecho y del Mediterráneo, esa agenda se traduce en algo muy tangible: que Internet funcione hoy, mañana y cuando un ancla o un temporal ponen a prueba la red.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Cuántos cables submarinos conectan a Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla con la Península?
Actualmente hay 15 cables operativos, y está previsto que entren en servicio 3 más en los próximos 2 años. Entre ellos destaca el Pencan 10 (Telefónica), con puesta en marcha en 2026.
¿Por qué insiste la CNMC en la “redundancia”?
Porque una rotura puede dejar sin servicio a un territorio si solo existe un cable por ruta. Disponer de rutas alternativas y acuerdos de intercambio de fibras entre operadores reduce el riesgo de apagones de conectividad.
¿Qué territorios presentan mejores y peores coberturas?
Ceuta y Melilla muestran cobertura casi completa de banda ancha de alta velocidad, por encima de la media española y muy por encima de la europea. En islas pequeñas, la cobertura de fibra y 5G está por debajo de la media nacional, pero similar a la de zonas rurales de la Península.
¿Qué cables relevantes están planificados o en despliegue?
En Canarias, el Pencan 10 (Telefónica) llegará en 2026 —37,3 millones de euros, con 10,5 millones de la Comisión Europea—. En El Hierro, Canalink prevé su segundo cable en 2026. En Ceuta, Red Eléctrica añadirá dos nuevos enlaces.
Documento elaborado a partir de la nota de prensa de la CNMC (11/08/2025) y el resumen de rutas y cables publicado por fuentes sectoriales. Reproducción libre con cita de la fuente institucional.
vía: CNMC