Italia ha logrado posicionarse como un referente mundial en la lucha contra la piratería digital con su plataforma Piracy Shield, un sistema centralizado gestionado por el regulador Agcom, que permite a los titulares de derechos registrar dominios y direcciones IP asociadas a la distribución no autorizada de contenidos. En un plazo de solo 30 minutos, los proveedores de internet deben bloquear el acceso a los recursos denunciados.
Este sistema ha sido elogiado públicamente por Javier Tebas, presidente de LaLiga, quien afirmó en el Social Football Summit 2024 en Roma que Italia tiene «las mejores normas contra la piratería del mundo» y expresó su deseo de ver esas medidas replicadas en España. No obstante, la legislación italiana incluye medidas de protección que contrastan radicalmente con las prácticas que LaLiga aplica en territorio español.
Italia prohíbe el sobrebloqueo de IPs de servicios legales
Uno de los puntos clave del modelo italiano es la prohibición expresa de bloquear direcciones IP compartidas, que afecten a servicios legales. Esto responde a incidentes anteriores, como el bloqueo accidental de Google Drive, que causó problemas masivos a empresas y usuarios.
Las nuevas directrices de Agcom establecen que solo podrán ser bloqueadas las direcciones IP que estén vinculadas de forma “prevalente” a actividades ilícitas. Esto significa que CDN como Cloudflare, servicios de VPN, almacenamiento en la nube y proxies inversos no pueden ser incluidos en los bloqueos si su uso legal es mayoritario. La normativa es contundente:
«Se deben evitar bloqueos sobre recursos que presenten un alto riesgo de sobrebloqueo, tales como redes de distribución de contenido (CDN), proxies inversos, servicios de VPN o plataformas de almacenamiento en la nube.»
El modelo español: bloqueos indiscriminados y daños colaterales
Mientras tanto, en España, LaLiga y Telefónica Audiovisual aplican desde febrero un sistema de bloqueos cada jornada de fútbol que incluye direcciones IP compartidas de servicios legítimos, como Cloudflare, afectando gravemente a páginas web, comercios electrónicos y empresas que ven interrumpidos sus servicios sin haber infringido ninguna norma.
Esta práctica, que ha generado quejas por parte de usuarios y empresas afectadas, sería considerada incompatible con la legislación italiana que tanto admira Javier Tebas. De hecho, las medidas aplicadas en España no contarían con el aval del Piracy Shield, al incumplir las garantías técnicas que evitan el sobrebloqueo.
El riesgo reputacional y la presión sobre LaLiga
La situación ha generado creciente preocupación en el sector tecnológico, que ve cómo bloqueos masivos mal gestionados afectan a servicios legítimos, erosionando la confianza de los usuarios y provocando conflictos legales. Empresas que dependen de plataformas como Cloudflare para proteger y distribuir sus contenidos denuncian pérdidas y disrupciones durante las jornadas de fútbol.
Además, expertos en ciberseguridad y neutralidad de la red subrayan que el modelo italiano ha logrado equilibrar la lucha contra la piratería con la protección a terceros inocentes, mientras que el sistema impulsado por LaLiga en España carece de ese equilibrio.
¿Llegará a España un sistema más justo?
Las diferencias entre el modelo italiano y el español plantean un debate urgente sobre cómo combatir la piratería sin perjudicar la actividad legal. La gran pregunta es si LaLiga y las autoridades españolas reconsiderarán su estrategia, o si continuarán utilizando un método que está provocando daños colaterales y críticas crecientes.
Italia demuestra que es posible combatir la piratería con contundencia, pero sin causar interrupciones masivas a empresas y usuarios legítimos. La presión sobre LaLiga para modernizar y humanizar sus bloqueos empieza a ser cada vez mayor.
Referencias: Banda Ancha, Resolución de Agcom, Nota de prensa de LaLiga y Revista Cloud
