La paradoja de las redes sociales vuelve a estar sobre la mesa: Facebook exige a algunos usuarios legítimos pruebas biométricas como un videoselfie para demostrar que son humanos, al tiempo que millones de cuentas falsas y bots siguen activos sin control efectivo.
El procedimiento, que puede parecer un simple trámite de seguridad, tiene un efecto devastador: durante la verificación, la persona afectada queda sin acceso a su perfil personal, páginas de empresa, campañas publicitarias y Business Manager. Es decir, no solo se bloquea su vida digital personal, sino también su actividad profesional.
Un caso real: del acceso total al “no existes en Facebook”
Un ejemplo reciente es el de David Carrero, cofundador de la empresa europea de infraestructura cloud y bare-metal Stackscale. Tras casi dos décadas en la plataforma, un día recibió un aviso: debía enviar un videoselfie para verificar que era humano. Mientras Facebook procesa la revisión, su cuenta ha quedado inactiva.

“Llevo casi 20 años en Facebook y, de un día para otro, deciden que igual no soy humano. El resultado: no puedo entrar a mis páginas, ni al Business Manager ni a la gestión de publicidad. Lo absurdo es que millones de bots siguen ahí, pero yo quedo fuera”, explica Carrero.
El problema de fondo: dependencia excesiva
El caso revela la fragilidad de depender de una sola plataforma como llave maestra de identidad digital y negocio. Un simple bloqueo puede dejar en suspenso proyectos, cortar la comunicación con clientes y detener campañas publicitarias sin que exista un canal humano de soporte ágil ni plazos claros de resolución.
Para muchos emprendedores y empresas, esta dependencia supone un riesgo estratégico:
- Bloqueo inesperado de la gestión de páginas corporativas.
- Pérdida de campañas en marcha y de presupuestos ya invertidos.
- Interrupción de la comunicación con audiencias y clientes.
- Daños a la reputación y continuidad operativa.
La contradicción de Facebook
Mientras los usuarios reales enfrentan verificaciones intrusivas, la red social no logra erradicar la presencia masiva de cuentas automatizadas y redes de spam. Esta contradicción genera frustración y cuestiona la eficacia de los sistemas de seguridad de la compañía.
“Que te pidan una prueba de identidad tiene sentido, pero que el proceso suponga desconectar a un usuario legítimo de todo lo que gestiona, sin alternativas ni continuidad, es un sinsentido”, añade Carrero.
¿El internet que queremos?
Este tipo de situaciones plantean una pregunta crítica: ¿queremos un internet en el que una sola empresa pueda decidir si un usuario ‘existe’ o no en la esfera digital?
El problema no es únicamente técnico, sino de modelo de gobernanza digital. Cuando una compañía privada tiene la potestad de suspender identidades digitales sin una vía de apelación clara ni plazos definidos, se pone en riesgo la confianza en las plataformas y, por extensión, en el propio ecosistema digital.
Camino hacia la soberanía digital
Los expertos recomiendan a usuarios y empresas reforzar su soberanía digital mediante la diversificación de canales:
- Mantener páginas web corporativas propias.
- Apostar por newsletters, CRM y comunidades descentralizadas.
- Añadir varios administradores a páginas y cuentas publicitarias.
- Guardar copias externas de audiencias y creatividades.
El objetivo es reducir la dependencia de un único proveedor y minimizar el impacto de bloqueos inesperados.
Preguntas frecuentes sobre los bloqueos en Facebook
1. ¿Por qué Facebook bloquea cuentas y pide un videoselfie?
Como parte de sus controles de seguridad, Facebook solicita videoselfies cuando detecta actividad sospechosa. Sin embargo, el proceso deja al usuario sin acceso durante la verificación.
2. ¿Qué riesgos conlleva para empresas y profesionales?
El bloqueo personal arrastra el acceso a páginas de empresa, campañas y el Business Manager, interrumpiendo la gestión digital y pudiendo generar pérdidas económicas.
3. ¿Cómo se puede prevenir este impacto?
Es recomendable añadir varios administradores a las páginas, activar la autenticación en dos pasos y no depender de un único perfil para gestionar activos corporativos.
4. ¿Qué alternativas existen a Facebook para reducir riesgos?
Potenciar canales propios (webs, newsletters, CRM), diversificar en redes sociales adicionales y mantener redundancia de accesos son estrategias clave para asegurar la continuidad.