El 37 % de los españoles ya paga sus compras a plazos: así está cambiando la forma de pagar en España

La forma de pagar en España está cambiando a gran velocidad. La búsqueda de flexibilidad y control en el bolsillo ha convertido el pago aplazado y las soluciones digitales en protagonistas de un ecosistema de medios de pago cada vez más diverso. Según la 3ª edición del Libro Blanco “Presente y futuro de los medios de pago” de Oney, un 37,1 % de los españoles ya ha utilizado el sistema Buy Now, Pay Later (BNPL: “compra ahora y paga después”) en algún momento, y su uso se dispara entre las generaciones más jóvenes.

La entidad financiera especializada en soluciones de pago radiografía en este documento cómo la digitalización, las nuevas regulaciones europeas y la irrupción de tecnologías como la Inteligencia Artificial están transformando la forma en que consumidores y empresas compran, financian y gestionan su dinero.

El pago aplazado se normaliza entre los consumidores españoles

El BNPL se ha consolidado como una de las grandes tendencias del momento. Se trata de un sistema que permite fraccionar el pago de una compra de forma inmediata, normalmente usando solo una tarjeta bancaria y sin trámites complejos de documentación.

De acuerdo con los datos recogidos por Oney, el 37,1 % de la población ha utilizado este tipo de soluciones, y un 23,8 % lo ha hecho en los últimos doce meses. El uso es especialmente intenso entre los jóvenes, donde alcanza el 32 %, y entre hogares con ingresos medios. En cambio, las personas mayores de 65 años (73 %) y quienes cuentan con rentas más altas (71,5 %) son los que menos recurren a este tipo de financiación.

Esta brecha generacional refleja un cambio profundo en la relación con el consumo. Para las nuevas generaciones, pagar a plazos pequeñas y medianas compras ya no es una opción excepcional, sino una herramienta cotidiana para ganar flexibilidad y adaptar los gastos al calendario de ingresos.

Desde Oney subrayan que esta tendencia obliga a empresas y entidades financieras a replantear su oferta: los clientes no solo piden crédito, piden inmediatez, transparencia en las condiciones y máxima sencillez en el proceso de pago, tanto en tienda física como en comercio electrónico.

Tarjetas, móviles y wallets: un ecosistema de pagos en plena transformación

El Libro Blanco sitúa estos cambios en un contexto europeo marcado por la digitalización y el auge del comercio electrónico. Los pagos electrónicos en el comercio minorista europeo superaron el billón de euros en 2023, y las billeteras digitales —las conocidas wallets— ya representan alrededor del 50 % del gasto global en comercio electrónico y cerca del 30 % del gasto en puntos de venta físicos, según el Global Payments Report 2024 citado en el informe.

Lejos de desaparecer, las tarjetas físicas siguen teniendo un papel central, pero conviven con pagos móviles sin contacto, códigos QR y soluciones integradas en aplicaciones. Para muchos consumidores, especialmente Millennials y Generación Z, lo normal es pagar acercando el móvil, el reloj o incluso una pulsera, mientras consultan en tiempo real los movimientos desde una app bancaria o una fintech.

Los consumidores de mayor edad mantienen en mayor medida el uso de efectivo y tarjeta tradicional, lo que obliga a bancos y proveedores de servicios de pago a diseñar experiencias híbridas: interfaces muy sencillas para quienes se incorporan más tarde al mundo digital y herramientas avanzadas para usuarios acostumbrados a operar desde el teléfono.

Cinco fuerzas que están redefiniendo los medios de pago

El documento de Oney identifica varias fuerzas de fondo que marcarán la evolución de los pagos en los próximos años:

1. Nueva regulación europea (PSD3, DORA, ISO 20022)
La futura directiva PSD3 reforzará la seguridad y la competencia en los servicios de pago, con más protección frente al fraude y mejores derechos de reembolso para los consumidores. El reglamento DORA, ya en vigor, eleva el listón de ciberseguridad y resiliencia operativa para bancos, fintechs y proveedores tecnológicos. Y el estándar ISO 20022, ya adoptado a nivel global, facilita pagos transfronterizos más rápidos y transparentes.

2. Empuje de la Inteligencia Artificial en pagos
La IA se ha convertido en una pieza clave para detectar fraude en tiempo real, ajustar límites de crédito en productos como el BNPL y personalizar la experiencia de pago. Los modelos analizan miles de datos en segundos, reduciendo operaciones sospechosas sin penalizar a los clientes legítimos. El reto, advierte el informe, será evitar sesgos y garantizar un uso ético y transparente de los algoritmos.

3. Monedas digitales de banco central (CBDC) y euro digital
El Banco Central Europeo avanza en el diseño de un posible euro digital, que podría emitirse hacia 2029 si se aprueba el marco legal en 2026. La idea es contar con una versión digital del dinero soberano que conviva con los medios de pago privados, aportando más seguridad y resiliencia al sistema, pero abriendo también debates sobre privacidad y el papel de la banca comercial.

4. Pago como servicio (PaaS) y plataformas integradas
Cada vez más empresas integran pagos, financiación, programas de fidelización y análisis de datos a través de plataformas de Payment-as-a-Service. En lugar de construir sus propios sistemas, se apoyan en proveedores especializados que les ofrecen soluciones “llave en mano”. Eso reduce costes y complejidad para los comercios, y al mismo tiempo concentra poder en un número reducido de actores tecnológicos.

5. Sostenibilidad y “pagos verdes”
La presión regulatoria y social en torno al clima llega también a los medios de pago. El informe apunta al crecimiento de iniciativas como tarjetas fabricadas con materiales reciclados, compensación de emisiones por transacción y futuros estándares europeos para medir el impacto ambiental de las infraestructuras de pago, evitando el greenwashing y exigiendo métricas claras.

IA, pagos invisibles y seguridad: el reto de que todo “simplemente funcione”

El estudio de Oney pone el foco en una idea: el futuro de los pagos será cada vez más invisible. El objetivo es que pagar requiera cada vez menos pasos conscientes por parte del usuario, sin renunciar a la seguridad. Tiendas sin cajas tradicionales, pagos automáticos en aplicaciones de transporte o suscripciones que se gestionan solas son ejemplos de esa tendencia.

Los pagos en tiempo real y las transferencias instantáneas SEPA, que permiten mover dinero en segundos, se extenderán progresivamente, aunque hoy todavía conviven con transferencias tradicionales y comisiones adicionales en algunos bancos. A la vez, crece el uso de biometría —huella, cara, voz—, tokenización y análisis de comportamiento para reducir el fraude sin incomodar al cliente.

Oney apuesta por la educación financiera y la inclusión

En este escenario de cambio acelerado, Oney defiende que la innovación tecnológica solo tiene sentido si va acompañada de educación financiera y protección al consumidor. La compañía insiste en la necesidad de explicar bien cómo funciona el pago aplazado, qué implica fraccionar una compra y cómo utilizar herramientas como el BNPL de forma responsable.

Además, la entidad subraya su objetivo de reforzar la inclusión financiera a través de soluciones digitales fáciles de usar, también para personas menos bancarizadas o con menos familiaridad con la tecnología.

Mientras los medios de pago se transforman a gran velocidad, el debate ya no es solo qué tarjeta se usa en la caja, sino cómo combinar flexibilidad, seguridad y sostenibilidad para que pagar sea cada vez más sencillo… sin que el consumidor pierda el control.


Preguntas frecuentes sobre el pago aplazado y los nuevos medios de pago

¿Qué es exactamente el BNPL o “compra ahora y paga después”?
Es una forma de pago que permite fraccionar el importe de una compra en varios plazos, normalmente mensuales, sin necesidad de contratar un préstamo clásico en una sucursal. Suele gestionarse desde la propia tienda física u online, a través de una tarjeta y un proceso rápido de aprobación.

¿Es seguro utilizar el pago aplazado en mis compras online y en tienda física?
Las soluciones serias de BNPL aplican controles de riesgo y verificación de identidad, y operan bajo regulación financiera. Aun así, es importante revisar siempre las condiciones: número de cuotas, intereses si los hubiera y comisiones por impago. También conviene no fraccionar más compras de las que el presupuesto mensual puede asumir.

¿Por qué se habla tanto de billeteras digitales y pagos móviles?
Porque permiten concentrar tarjetas y medios de pago en el móvil u otros dispositivos (reloj, pulsera, etc.) y pagar acercándolos al terminal sin contacto. Son rápidas y, cuando se combinan con biometría y tokenización, ofrecen un nivel de seguridad elevado. Además, facilitan controlar los gastos en tiempo real desde una sola aplicación.

¿Cómo me afectarán PSD3 y el posible euro digital como consumidor?
PSD3 debería traducirse en más protección frente al fraude, procesos de autenticación más robustos y mayor competencia entre proveedores de pago, lo que puede mejorar precios y servicios. El eventual euro digital, si se aprueba, sería una forma más de dinero respaldado por el Banco Central Europeo, pensada para convivir con las tarjetas, las cuentas bancarias y los medios de pago privados, no para sustituirlos de la noche a la mañana.

Fuentes: Libro Blanco “Presente y futuro de los medios de pago”, 3ª edición, Oney; bibliografía citada en dicho informe.

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