El Santiago Bernabéu siempre ha sido un lugar de peregrinación para los aficionados del Real Madrid. Un sitio al que muchos sueñan con ir una vez en la vida, aunque vivan a miles de kilómetros. Pero el movimiento que el club blanco ha puesto en marcha junto a Apple apunta a algo que cambia las reglas del juego: convertir el estadio en una experiencia que también se pueda “visitar” desde el sofá de casa, como si se estuviera sentado en la grada.
La idea del llamado “Bernabéu Infinito” va mucho más allá de ver el partido por televisión o en una app de streaming. El objetivo es crear una especie de butaca virtual que cualquiera pueda “ocupar” desde cualquier parte del mundo, con una sensación de presencia mucho más real gracias a dispositivos como Apple Vision Pro y a una producción de imagen y sonido pensada específicamente para ello.
Para los aficionados, el mensaje es claro: no hará falta viajar a Madrid para vivir el Bernabéu en primera persona, al menos en su versión digital más avanzada.
De ver el partido en la tele a sentir que se está en el estadio
Durante años, la experiencia del aficionado que no podía ir al campo se reducía a ver el partido en la tele, con la misma señal para todo el mundo. Con la nueva propuesta, el Real Madrid quiere ofrecer algo más cercano a “estar ahí”, aunque se esté a miles de kilómetros.
La tecnología inmersiva permite, por ejemplo:
- Cambiar de cámara y elegir puntos de vista que un espectador normal no tiene: pegado al banquillo, detrás de la portería, a ras de césped.
- Ver repeticiones y detalles como si se tuviera un control total sobre la realización del partido.
- Sentir el ambiente con sonido espacial, oyendo al público, al árbitro y a los jugadores de una forma mucho más envolvente.
El objetivo es que, con unas gafas de realidad mixta y una buena conexión, el aficionado sienta que forma parte del espectáculo, no solo que lo está viendo a distancia.
Un “aforo infinito” para una afición global
El gran problema del Bernabéu, y de cualquier estadio, es que tiene un límite físico: alrededor de 80.000 personas. Sin embargo, el Real Madrid presume de tener cientos de millones de seguidores repartidos por todo el planeta.
Con la idea de la butaca virtual, el club intenta romper ese límite:
si el asiento deja de ser solo una silla de hormigón y pasa a ser una experiencia digital, el “aforo” potencial puede llegar a millones de personas cada partido.
Para el aficionado de Latinoamérica, Asia, Estados Unidos o cualquier rincón de España al que le resulta imposible viajar a Madrid, esta fórmula abre una puerta interesante: poder comprar una especie de entrada digital premium para vivir el partido de una forma más rica que la simple emisión televisiva estándar.
El club ve ahí una oportunidad de futuro: si algún día estas experiencias se venden, por ejemplo, por unos 10 euros, y solo una pequeña parte de la afición global las contrata, el impacto económico podría ser enorme… y, a la vez, muchos seguidores tendrían la sensación de “entrar al Bernabéu” sin necesidad de avión ni hotel.
¿Qué gana el aficionado con este modelo?
Más allá de las cifras, la pregunta clave es qué cambia para el fan. Entre las posibilidades que se abren están:
- Más opciones de elegir cómo vivir el partido: desde la retransmisión clásica hasta experiencias inmersivas con cámaras exclusivas.
- Contenidos extra antes y después del encuentro: acceso a calentamientos, túnel de vestuarios, entrevistas o ángulos que no aparecen en la señal de televisión tradicional.
- Experiencias personalizadas: el club puede ofrecer diferentes “packs” para distintos tipos de aficionados: quien prefiere táctica y estadísticas, quien quiere espectáculo y cercanía, quien busca un enfoque familiar, etc.
- Más conexión con el club: al tratarse de un modelo directo, el Real Madrid puede crear programas de fidelización, recompensas digitales, descuentos en merchandising o acceso prioritario a entradas físicas para quienes usen su plataforma virtual.
En resumen, para muchos seguidores que viven lejos, la sensación de estar siempre “un poco fuera” puede reducirse. El Bernabéu se les acerca.
Las dudas lógicas de los aficionados
Por supuesto, el proyecto también genera preguntas entre los propios fans.
Una de las principales es el precio del hardware. Hoy, dispositivos como Apple Vision Pro son caros y están muy lejos de ser un producto masivo. El club parece jugar a largo plazo: prepararse ahora, cuando la tecnología es incipiente, para que cuando los dispositivos sean más asequibles, la infraestructura ya esté lista.
También está el debate sobre la autenticidad del ambiente: para muchos, nada sustituye a estar de pie en la grada, cantar los goles rodeado de gente y sentir el rugido del estadio. La intención no es reemplazar esa experiencia, sino ofrecer algo distinto para quien no puede ir o quiere vivirlo de otra manera.
Otra duda razonable es si esto acabará afectando al modelo actual de retransmisiones. De momento, las experiencias inmersivas se plantean como un complemento premium, no como un sustituto inmediato de la televisión abierta o de pago. El tiempo dirá cómo conviven ambos mundos.
Del abono físico a la relación digital continua
Para los aficionados, hay otro matiz importante: el club no solo quiere vender entradas virtuales, sino construir una relación digital continua.
Mientras que el abonado tradicional entra al estadio cada quince días, el usuario de estas plataformas puede estar en contacto con el club durante toda la semana: vídeos exclusivos, contenidos personalizados, promociones, estadísticas avanzadas, interacción en tiempo real durante el partido… Todo eso es más fácil cuando el club controla la aplicación, la emisión y el acceso.
Eso también tiene su cara menos visible: el Real Madrid, como cualquier empresa digital, recopilará cada vez más datos sobre los hábitos de sus aficionados. A cambio, los fans obtendrán servicios más adaptados y experiencias potencialmente más ricas, pero el equilibrio entre personalización y privacidad será un punto a vigilar.
El Bernabéu del futuro también será para los que nunca puedan ir
Para muchos madridistas, ir al Bernabéu seguirá siendo un sueño caro o directamente imposible. Pero el movimiento que el club está dando con este proyecto abre una vía para que “ir al estadio” deje de ser solo algo físico y pase a tener también una versión digital muy sofisticada.
En la práctica, el Real Madrid está diciendo a sus aficionados:
“Si no puedes venir tú al Bernabéu, haremos que el Bernabéu venga a ti”.
Quien quiera seguir disfrutando del fútbol por televisión como siempre podrá hacerlo. Pero para una parte de la afición, sobre todo la más joven y acostumbrada a experiencias digitales, la idea de ponerse unas gafas y “sentarse” en una butaca virtual del Bernabéu puede convertirse en la forma habitual de vivir los partidos.
El estadio seguirá estando en la Castellana. Pero, poco a poco, también empezará a estar en salones, dormitorios y estudios repartidos por medio mundo. Y ahí, el protagonista no será solo el balón… también lo será el código.
vía: Noticias de Madrid
