Un dispositivo portátil impreso en 3D promete agua potable del aire para millones de personas

El acceso al agua potable sigue siendo uno de los grandes desafíos del siglo XXI. Naciones Unidas estima que más de 2.200 millones de personas carecen de suministro seguro en sus hogares, una cifra que se agrava en zonas rurales, regiones áridas y comunidades vulnerables a los efectos del cambio climático. En este contexto, dos jóvenes graduadas de la FH Münster University of Applied Sciences (Alemania) han desarrollado un prototipo que podría convertirse en una solución disruptiva: un dispositivo portátil, impreso en 3D, capaz de generar hasta 6 litros de agua al día directamente del aire.

Bautizado como Water from Air, el invento combina materiales avanzados con técnicas de impresión 3D y un fenómeno conocido como generación atmosférica de agua (AWG). Aunque existen sistemas similares a gran escala, este modelo busca algo diferente: ser asequible, ligero y adaptable, para uso doméstico o en pequeñas comunidades.


Tecnología detrás del invento

El corazón del dispositivo son los metal-organic frameworks (MOF), materiales con una estructura porosa que actúa como esponja microscópica para atrapar moléculas de agua de la atmósfera.

El proceso se divide en ciclos:

  1. Absorción: con el recipiente abierto, los MOF capturan la humedad ambiental.
  2. Condensación: al cerrarlo, el calor atrapado hace que la humedad se condense en forma de gotas.
  3. Recolección: el agua fluye hacia un depósito inferior transparente.

Cada ciclo tarda unas dos horas y produce alrededor de 500 ml de agua potable. En 12 ciclos diarios, se alcanza la capacidad de 6 litros, suficiente para cubrir las necesidades mínimas de una familia de cuatro personas.


La clave: la impresión 3D

El diseño ha sido posible gracias a la fabricación aditiva.

  • La base transparente y la sección intermedia fueron producidas con FDM (Fused Deposition Modeling) en PETG, un material resistente y apto para contener agua.
  • La tapa superior se fabricó mediante SLA (Stereolithography), un método más preciso que permitió imprimirla en cuatro piezas ensambladas.

Este enfoque aporta varias ventajas:

  • Rapidez de prototipado, clave en proyectos de investigación.
  • Modularidad y facilidad de reparación, ideal para contextos rurales.
  • Escalabilidad global, ya que los archivos digitales podrían compartirse y reproducirse en cualquier lugar con una impresora 3D.

“Queríamos un diseño que cualquiera pudiera replicar y mantener, sin depender de costosas piezas importadas”, explican sus creadoras.


Diseño pensado para el día a día

El prototipo no se presenta como una máquina industrial, sino como un objeto de uso cotidiano. Incorpora un asa para transportarlo fácilmente, un depósito transparente que permite ver el nivel de agua y un montaje modular, que facilita tanto la limpieza como posibles ampliaciones de capacidad.

La estética también importa: parece un utensilio doméstico y no un aparato científico, lo que lo hace más aceptable para las familias.


Comparación con otras investigaciones

La idea de aprovechar la impresión 3D para mejorar el acceso al agua no es nueva, pero cada avance aporta un enfoque distinto:

  • En 2017, la Universidad de Bath (Reino Unido) desarrolló placas plásticas impresas en 3D que usaban la luz solar para eliminar microbios en agua contaminada.
  • La empresa Liquidity Nanotech fabricó filtros con poros de 0,2 micras, producidos mediante impresión 3D, que bloqueaban bacterias en botellas de uso personal.
  • En México, proyectos apoyados por Conacyt han trabajado en piezas impresas en 3D para mejorar la eficiencia de la ósmosis inversa, clave en plantas desalinizadoras.
  • Investigadores de la Universidad de Huelva (España) crearon una estructura espiral impresa en 3D capaz de eliminar hasta 18 subproductos de desinfección en plantas potabilizadoras.

El valor diferencial de Water from Air es su portabilidad y orientación doméstica, frente a soluciones más industriales.


Limitaciones y retos

A pesar de su potencial, el dispositivo todavía se encuentra en fase de prototipo. Sus principales limitaciones son:

  • Dependencia de la humedad ambiental: en climas muy secos, su rendimiento se reduce.
  • Falta de validación sanitaria a gran escala para garantizar que el agua producida cumple estándares internacionales.
  • Necesidad de inversión para escalar el proyecto hacia comunidades enteras o contextos de emergencia.

Aun así, el hecho de que pueda imprimirse localmente ofrece una ventaja crucial: comunidades con acceso limitado a infraestructuras pueden autofabricar y mantener sus propios sistemas de generación de agua.


Potencial social y medioambiental

En un planeta cada vez más afectado por sequías prolongadas, desertificación y crisis climáticas, soluciones como esta podrían jugar un papel decisivo. El prototipo apunta a:

  • Reducir la dependencia de redes centralizadas de agua.
  • Empoderar a comunidades rurales con herramientas de bajo coste.
  • Ofrecer una alternativa en situaciones de emergencia humanitaria (huracanes, terremotos, guerras).

Además, al ser un sistema pasivo basado en absorción y condensación, no requiere electricidad constante ni procesos industriales complejos.


Preguntas frecuentes (FAQ)

1. ¿Cuánta agua puede producir al día?
Hasta 6 litros diarios, distribuidos en 12 ciclos de condensación de 500 ml.

2. ¿Es suficiente para una familia?
Sí, tomando como referencia los 1,5 litros diarios por persona recomendados para hidratación mínima.

3. ¿Funciona en climas secos?
Produce menos agua, pero sigue siendo útil en combinación con otras fuentes.

4. ¿Ya está a la venta?
No. Actualmente es un prototipo experimental, aunque diseñado con miras a ser fabricado y distribuido globalmente en el futuro.


vía: Behance y Mentes Curiosas, extraer agua del aire.

Salir de la versión móvil