El director ejecutivo de Movistar+, Daniel Domenjó, ha reabierto el debate sobre la piratería del fútbol en España con una cifra contundente: “el 43 % de los espectadores piratea los partidos”. En un coloquio celebrado en el Círculo Ecuestre de Barcelona, el directivo reclamó a la clase política fortalecer la legislación contra el acceso ilegal y advirtió de “años muy complicados” para el modelo de derechos deportivos vinculados al streaming si no se actúa. Al poder judicial —apuntó— “ya no se le puede pedir más”, tras las resoluciones que permiten bloquear webs bajo demanda.
Movistar no planea abandonar la compra de derechos —“la mitad de los usuarios de la plataforma entra por el fútbol”, reconoció Domenjó—, pero sí anticipa una mayor apuesta tecnológica (mejor experiencia, contenidos complementarios, formatos second screen) para “neutralizar las ganas de piratería” en parte de la audiencia.
El precio, el elefante en la habitación
Mientras pide más herramientas legales, Movistar y Orange mantienen estructuras de paquetes que superan los 100 € mensuales si el aficionado quiere ver todo (LaLiga + Champions de forma completa):
- Movistar: fibra con 2 líneas móviles (53 €), Movistar+ (13 €) y Fútbol Total (49 €) → 115 €/mes.
- Orange (oferta equivalente): ~101 €/mes.
La flexibilización (pago por competición o por jornada) no parece, por ahora, prioridad. Para muchos usuarios, ese ticket es el principal incentivo para buscar alternativas —legales o no—, un punto ciego que vuelve frágil cualquier estrategia que se base solo en bloqueos.
Bloqueos sin juez y daños colaterales
Desde que Telefónica y LaLiga pueden solicitar el bloqueo de dominios sin pasar por un juez caso a caso, cada gran jornada trae incidencias: se han reportado afectaciones a webs legítimas por bloqueos de IP de Cloudflare demasiado amplios, que no distinguen con precisión IPTV ilegales de sitios lícitos que comparten infraestructura. El overblocking erosiona confianza y experiencia de usuario, y reabre la pregunta sobre proporcionalidad y debido proceso.
En paralelo, la ofensiva comunicativa (artículos patrocinados, notas sobre redadas o victorias judiciales) convive con una realidad tozuda: si los paquetes no se ajustan a la capacidad de pago y hábitos de consumo (multi-dispositivo, movilidad, pago por evento), la demanda seguirá buscando vías alternativas.
¿Qué propone Movistar?
- Cambios legislativos adicionales para agilizar y reforzar el bloqueo de contenidos ilícitos.
- Más tecnología y contenidos: enriquecer la oferta para hacer menos atractiva la opción pirata (cámaras alternativas, estadísticas, formatos sociales, highlights instantáneos, etc.).
- Seguir comprando derechos: pese al “vértigo” por la dependencia del fútbol, Movistar dice estar negociando renovaciones y nuevas competiciones.
Lo que no aparece (de momento) es un giro claro a modelos más modulables (pago por torneo, day pass, pases por equipo) que en otros países han ayudado a contener la piratería económica —la que nace por precio, no por ideología.
El contexto: una batalla de tres frentes
- Legal: España ha endurecido herramientas contra webs de streaming ilícitas, pero la eficacia depende de precisión técnica y cooperación de redes/CDN sin dañar servicios legítimos.
- Económico: con paquetes >100 €, el incentivo a piratear persiste; sin alternativas más segmentadas, el bloqueo solo desplaza usuarios a nuevos dominios.
- Producto: la experiencia enriquecida (multiángulo, replay instantáneo, second screen, apuestas reguladas, estadísticas en tiempo real) y mejoras de estabilidad hacen menos atractivo el “link” pirata —siempre que el precio sea digerible.
Lo que está en juego
- Ingresos: con menos ARPU publicitario por fragmentación y límites a la publicidad del streaming, los derechos presionan márgenes.
- Competencia: si las telcos no ajustan precio y flexibilidad, crecerá el espacio para actores OTT con ofertas más afinadas (competiciones o fechas concretas).
- Confianza regulatoria: el bloqueo sin juez exige rendición de cuentas para evitar abusos: listas transparentes de dominios, revisión independiente y mecanismos rápidos de desbloqueo si hay error.
Claves para reducir la piratería (y no perder al cliente)
- Desagregar: mini-pases por competición, equipo o mes pico (octavos, clásicos, finales).
- Tarifas dinámicas: ajustar precios a poder adquisitivo y habitos (solo móvil, solo highlights, 720p vs 4K).
- Experiencia diferencial: funcionalidades y calidad que la señal pirata no ofrece (latencia baja y estable, multivista, control de emisiones en bares, audio alternativo).
- Prevención técnica sin daños colaterales: bloqueos granulares (por URL/IP concreta), fingerprinting de stream, cooperación con CDN y ISPs con salvaguardas.
- Comunicación honesta: explicar al usuario qué se paga cuando se paga (producción, VAR, cámaras, sueldos de árbitros, infraestructura).
Conclusión
El 43 % que invoca Movistar agita un debate conocido: el precio y la rigidez de la oferta han sido gasolina para la piratería. Endurecer la ley y mejorar producto ayuda, pero ignorar la elasticidad del bolsillo en un país con salarios medios ajustados conduce al mismo sitio: más bloqueos, más webs nuevas y clientes frustrados. Si el objetivo es reducir la piratería y cuidar el negocio del fútbol, el triángulo es claro: precio/segmentación, experiencia y proporcionalidad técnica/jurídica. La legislación puede cerrar grifos; el producto y el precio son los que llenan el vaso.
Preguntas frecuentes
¿De dónde sale el “43 %” de piratería que cita Movistar?
El dato fue mencionado por el CEO de Movistar+ en un coloquio en Barcelona. No se publicó la ficha completa del estudio, pero el directivo lo utilizó para reclamar más herramientas legales y tecnológicas contra el acceso ilegal.
¿Por qué hay bloqueos que afectan a webs legítimas?
Al aplicar bloqueos de IP (por ejemplo, de Cloudflare) sin suficiente granularidad, pueden caerse servicios legales que comparten infraestructura con dominios ilícitos. Es lo que se conoce como overblocking.
¿Ver todo el fútbol cuesta más de 100 € al mes?
Sí. Con las tarifas vigentes, Movistar ronda 115 €/mes y Orange ~101 €/mes para acceder a LaLiga y Champions completas, sumando conectividad y paquetes de TV.
¿Qué medidas reducirían la piratería sin solo “endurecer la ley”?
Ofertas desagregadas y flexibles (pago por competición/mes fijo), experiencia diferencial (calidad/latencia/formatos), y bloqueos técnicos más precisos y transparentes, con mecanismos rápidos de revisión cuando haya errores.
vía: elotrolado.net