Los chollos de 3, 5 o 10 euros que llegan desde China podrían tener los días contados en Europa. Los ministros de Finanzas de la Unión Europea han cerrado un acuerdo político para cobrar derechos de aduana a los paquetes de menos de 150 euros procedentes de terceros países, una exención que hasta ahora había permitido el auge de plataformas como Temu, Shein o AliExpress.
El pacto, alcanzado en Bruselas, prevé que la nueva carga entre en vigor a principios de 2026, adelantando en más de dos años el calendario inicial de la reforma aduanera comunitaria, que situaba el fin de esta exención en 2028. El objetivo declarado: frenar la avalancha de envíos ultrabaratos desde China, atajar el fraude en la declaración de valores y aliviar la presión sobre el comercio europeo.
Qué ha decidido exactamente la Unión Europea
Hasta ahora, las compras realizadas en webs extracomunitarias estaban libres de derechos de aduana siempre que el valor del envío fuese inferior a 150 euros. Por encima de esa cifra sí se pagaban aranceles, además del IVA correspondiente.
Con el acuerdo alcanzado por los ministros (Ecofin):
- Se pone fin al umbral de “de minimis” de 150 euros para derechos de aduana.
- Se introduce, de forma transitoria, un recargo simplificado sobre los paquetes de bajo valor a partir de 2026.
- Se mantiene la reforma estructural prevista para 2028, cuando entrará en funcionamiento una nueva arquitectura aduanera digital y una autoridad europea de aduanas.
El texto todavía debe negociarse con el Parlamento Europeo, pero marca la línea política: los paquetes pequeños dejarán de ser un “territorio libre de aranceles”.
El fin del “de minimis”: una regla de los 80 desbordada por el e-commerce
La exención para envíos de bajo valor se introdujo en los años 80 para simplificar trámites cuando la venta por catálogo y el correo postal eran residuales. La lógica era sencilla: recaudar unos pocos euros en aranceles no compensaba el coste administrativo de tramitar cada paquete.
Esa realidad ha cambiado por completo:
- En 2024 entraron en la UE 4.600 millones de artículos con un valor declarado inferior a 150 euros, unos 12 millones de paquetes al día.
- Según la Comisión, el 91 % de esos envíos procedía de China, impulsados por el auge de plataformas como Temu y Shein.
- Hasta un 65 % de los paquetes estaría infravalorado para encajar bajo el umbral y esquivar los derechos de aduana.
El resultado es un drenaje de ingresos para las haciendas europeas —las pérdidas fiscales se cifran en alrededor de 1.500 millones de euros anuales— y una sensación de competencia desleal entre los comerciantes europeos, que sí soportan aranceles, controles y costes regulatorios.
Un aluvión de paquetes chinos como telón de fondo
El movimiento europeo llega, además, tras el cierre del “grifo” en Estados Unidos. Washington ha eliminado su propia exención “de minimis” para productos procedentes de China, lo que ha despertado el temor a que aún más envíos se desvíen hacia la UE, donde hasta ahora seguían entrando libres de derechos.
Mientras tanto, los números se disparan:
- Los envíos de bajo valor se han multiplicado por más de tres entre 2022 y 2024.
- La mayoría son ropa, accesorios, pequeños aparatos electrónicos y productos para el hogar, con un precio medio inferior a los 25 euros por paquete.
Las autoridades aduaneras advierten de que es imposible inspeccionar físicamente semejante volumen de paquetes, lo que abre la puerta a productos que no cumplen las normas europeas de seguridad, etiquetado, ecodiseño o protección del consumidor.
¿Cuánto se pagará de más? La batalla del “euro por paquete”
Uno de los puntos que más miran los consumidores es el coste concreto. Ahí todavía hay incógnitas:
- La Comisión Europea ha puesto sobre la mesa la idea de una tasa plana de 2 euros por envío de bajo valor, destinada a cubrir los costes administrativos y de control.
- Rumanía ha planteado aplicar una tasa nacional de 25 lei (unos 5 euros) por paquete, anticipándose a la futura norma común.
- Algunos países, como Italia, estudian recargos propios para proteger su industria textil y de moda frente al ultrafast fashion.
La idea de Bruselas es armonizar el sistema para evitar una “jungla de tasas” que fragmente el mercado interior, pero el detalle final —si será un arancel clásico, una tasa administrativa, o una mezcla de ambos— aún se negociará con el Parlamento y los Estados.
En cualquier caso, el principio que repiten los responsables económicos es inequívoco: “se pagará desde el primer euro” en todos los envíos que entren en la UE.
Qué supone para Temu, Shein, AliExpress… y para el consumidor español
Las plataformas chinas low cost se han beneficiado de un modelo casi perfecto: producción barata, envío masivo, exención de aranceles y una logística muy optimizada. Gracias a ello, han podido ofrecer:
- Camisetas por 3 euros.
- Fundas de móvil por 1–2 euros.
- Gadgets, joyería o pequeños muebles a precios muy por debajo de los comercios europeos.
Con la nueva norma, cada paquete que entre en la UE acarreará un coste adicional, ya sea un arancel calculado sobre el valor del producto, una tasa plana o ambos. Algunas consecuencias previsibles:
- Subida de precios finales: las plataformas podrán repercutir el coste total o parcial al consumidor, especialmente en los artículos más baratos, donde unos pocos euros extra son proporcionales al valor del producto.
- Posible reagrupación de envíos: para absorber costes, las tiendas podrían incentivar pedidos mínimos más altos o consolidar varios artículos en un solo paquete.
- Más controles de seguridad y cumplimiento: la UE quiere aprovechar la reforma para exigir que las grandes plataformas actúen como importadores responsables, incluso cuando venden a través de miles de pequeños proveedores chinos.
Para el consumidor español, el impacto dependerá de cuánto compre en este tipo de plataformas y de si los vendedores deciden absorber parte del coste para no perder atractivo frente a Amazon, Zalando o las tiendas físicas.
Los comercios europeos aplauden; la logística avisa del coste operativo
Asociaciones de minoristas y plataformas europeas llevaban tiempo presionando para que se eliminase una exención que, a su juicio, rompía el terreno de juego:
- Las empresas europeas deben cumplir normas estrictas y pagar aranceles cuando importan desde fuera de la UE.
- Mientras, miles de pequeños paquetes entraban a diario desde China sin derechos de aduana, a menudo por debajo de su valor real.
Con el cambio, esperan recuperar parte del terreno perdido en moda, electrónica de bajo coste y artículos para el hogar, en un contexto en el que el comercio online sigue creciendo año tras año.
En el lado opuesto, operadores logísticos y grandes plataformas de e-commerce advierten de que:
- El procesamiento de miles de millones de pequeños envíos con aranceles individuales elevará la carga administrativa y el riesgo de retrasos.
- Las aduanas deberán apoyarse en sistemas digitales y análisis de datos masivos para no colapsar.
Calendario: qué viene ahora
Aunque el acuerdo político ya está en marcha, el calendario no es inmediato:
- Finales de 2025: la Comisión presentará la propuesta legislativa concreta sobre la tasa simplificada y los aranceles.
- Principios de 2026: si el Parlamento Europeo da su visto bueno, empezarán a cobrarse derechos de aduana a todos los envíos de bajo valor procedentes de fuera de la UE.
- 2028: entrada en vigor plena de la reforma aduanera, con un sistema digitalizado y la desaparición definitiva del umbral de 150 euros en el régimen general.
Hasta entonces, millones de europeos seguirán aprovechando las últimas campañas “sin aranceles” de Temu, Shein, AliExpress y compañía. Pero a partir de 2026, los pedidos low cost dejarán de estar blindados frente a la aduana. Y la era de las gangas chinas sin recargo en la Unión Europea quedará, en buena medida, atrás.
