La industria de telecomunicaciones, tradicionalmente asociada con grandes consumos de energía, está experimentando una transformación hacia modelos más ecológicos y sostenibles. Esta metamorfosis viene impulsada, en parte, por una demanda creciente de consumidores conscientes del medio ambiente y la necesidades de optimizar el consumo eléctrico.
Según las últimas cifras, las telecomunicaciones son responsables del 2-3% del consumo energético mundial, frente las estimaciones de un 3,5% mundial de consumo energético global de los centros de datos.. Sin embargo, con la expansión del 5G, se espera que este número aumente. Esta proyección pone de relieve la urgencia de implementar soluciones más ecológicas en el sector.
Los consumidores son cada vez más selectivos en sus decisiones de compra. Un informe reciente de la GSMA reveló que el 73% de los usuarios ajusta sus comportamientos de compra teniendo en cuenta el impacto medioambiental. Además, una encuesta realizada en 2021 señaló que el 46% de los consumidores en Europa y EE.UU. valoran los objetivos de sostenibilidad de sus proveedores de telecomunicaciones al elegirlos.
Frente a esta nueva realidad, las empresas de telecomunicaciones están adoptando diversas estrategias ecológicas:
- Optimización de la Red de Acceso por Radio (RAN): Actualmente, la RAN representa el 70% del consumo energético en telecomunicaciones. Las soluciones como Open RAN (O-RAN) prometen una reducción en el consumo energético y una gestión más eficiente de los recursos.
- Transición del cobre a la fibra óptica: Esta medida no solo promete mejorar la eficiencia energética en un 85%, sino que también reduce el impacto medioambiental de la minería del cobre.
- Adopción del 5G con responsabilidad: A pesar de que las estaciones base 5G tienen un consumo energético mayor que las generaciones anteriores, la eliminación progresiva de redes más antiguas puede equilibrar el consumo total de energía.
- Enfocarse en las Emisiones de Alcance 3: Las empresas están tomando responsabilidad sobre las emisiones generadas por sus socios y proveedores, impulsando un ecosistema más sostenible.
- Uso inteligente de los centros de datos: La implementación de inteligencia artificial en la gestión de los centros de datos puede conducir a ahorros energéticos significativos.
Una de las empresas líderes en esta transformación es Orange. Con un compromiso de ser carbono neutral para 2040 y una política activa de reutilización de equipos, Orange se ha establecido como un referente en el camino hacia una industria de telecomunicaciones más verde. Pero también otros grandes como Telefónica – Movistar, Vodafone, Mas Móvil, Grupo Aire, entre otros están haciendo grandes esfuerzos en el ahorro energético en las telecomunicaciones.
Este cambio hacia modelos sostenibles en el sector no es solo una cuestión de responsabilidad medioambiental, sino que también es una respuesta inteligente a la demanda del mercado. Las empresas que adopten medidas ecológicas ahora no solo protegerán el planeta, sino que también asegurarán su relevancia y éxito en el futuro.