El lado oscuro de las eSIM: riesgos y amenazas de una tecnología cada vez más popular

Las eSIM se han convertido en una de las grandes revoluciones en el mundo de la conectividad móvil. La tarjeta física da paso a un chip virtual integrado en el dispositivo, que permite activar planes de datos en cuestión de segundos, cambiar de operador sin necesidad de acudir a una tienda y disponer de varias líneas en un mismo terminal. Una ventaja indiscutible para viajeros frecuentes, profesionales y usuarios que buscan flexibilidad.

Sin embargo, como ocurre con toda tecnología emergente, también tiene un lado oscuro. La comodidad y rapidez que ofrecen las eSIM trae consigo riesgos de seguridad que todavía no están del todo controlados y que pueden tener un impacto directo en la privacidad de los usuarios y la integridad de las comunicaciones.

En este reportaje analizamos cuáles son los peligros más relevantes de esta tecnología, con especial atención a quienes dependen de ella al viajar al extranjero.


La eSIM: ¿cómo funciona?

A diferencia de las tarjetas SIM tradicionales, la eSIM está integrada en el propio dispositivo (móvil, tablet, smartwatch, portátil o incluso coche conectado). A través de un perfil digital que se descarga desde la red del operador, se activa la línea móvil.

El estándar, regulado por la GSMA, permite almacenar múltiples perfiles, conmutarlos desde el software del teléfono y gestionarlos de manera remota. Esto hace que:

  • Un usuario pueda contratar un plan de datos local al aterrizar en otro país en apenas segundos.
  • Las operadoras reduzcan costes logísticos al eliminar la distribución de tarjetas físicas.
  • Los dispositivos sean más compactos y resistentes al agua y polvo, al no necesitar bandeja extraíble.

Pero esa misma gestión remota es la que abre nuevos vectores de ataque.


Riesgos principales de las eSIM

1. Robo de identidad y duplicado remoto

Una de las amenazas más críticas es el SIM swapping, técnica con la que los ciberdelincuentes convencen a la operadora para transferir el número de teléfono a otra tarjeta. Con las eSIM, el proceso es más sencillo y rápido, pues basta con descargar un perfil digital.

  • Si un atacante accede al correo o a la cuenta del operador del usuario, puede activar la línea en su propio dispositivo en minutos.
  • Esto le da acceso inmediato a llamadas, SMS y sistemas de doble factor de autenticación (2FA), comprometiendo cuentas bancarias y servicios críticos.

2. Ingeniería social y phishing avanzado

Al depender de la activación digital, proliferan los casos de SMS o correos falsos que simulan ser de la operadora, solicitando al usuario instalar un perfil de eSIM fraudulento.

  • Ese perfil podría redirigir el tráfico a servidores controlados por atacantes.
  • En viajes internacionales, donde los usuarios buscan planes locales baratos, es habitual caer en webs poco fiables que ofrecen eSIM falsas.

3. Pérdida de control en el extranjero

En muchos países, la activación de una eSIM exige verificación de identidad mediante documentos oficiales. El almacenamiento de estos datos, a veces en servidores poco seguros, expone al viajero a filtraciones masivas de información personal.
Además:

  • En lugares con alta censura o vigilancia digital, la eSIM puede convertirse en una herramienta de rastreo.
  • Algunos gobiernos imponen que las eSIM se registren en bases de datos nacionales, aumentando el riesgo de espionaje estatal.

4. Ataques a la cadena de suministro

Las eSIM dependen de infraestructura centralizada gestionada por los operadores. Si un atacante logra comprometer a la operadora o a un proveedor de servicios remotos, podría inyectar perfiles maliciosos a gran escala.

5. Mayor dificultad para “desconectar”

Con las SIM físicas, basta con retirar la tarjeta para cortar la conexión. Con las eSIM, el chip está integrado y la desconexión depende del software del dispositivo, lo que reduce la capacidad de defensa física ante accesos no autorizados.


Viajar con eSIM: ventajas y riesgos adicionales

El atractivo de la eSIM para viajeros es indiscutible: contratar datos locales en cuestión de segundos evita pagar tarifas de roaming abusivas. Sin embargo, también multiplica los riesgos:

  • Mercados online poco regulados: muchas plataformas venden planes eSIM de dudosa fiabilidad, que pueden ser estafas o perfiles manipulados.
  • Datos sensibles en tránsito: al registrar la eSIM, los usuarios suelen subir copia del pasaporte o identificación, quedando almacenados en servidores extranjeros.
  • Riesgo de bloqueo: si el perfil se daña o queda inactivo, el usuario podría quedarse sin conexión en un país donde la atención al cliente del operador local no esté disponible en inglés ni de forma inmediata.

¿Cómo protegerse al usar eSIM?

  1. Contratar solo con operadoras oficiales o proveedores reconocidos (Omio, Airalo, Holafly, Ubigi, etc.).
  2. Verificar siempre la URL al descargar el perfil de la eSIM; nunca hacerlo desde enlaces recibidos en SMS o correos no solicitados.
  3. Activar MFA en la cuenta de la operadora para evitar SIM swapping.
  4. Tener un plan de respaldo: llevar un dispositivo secundario con bandeja SIM física puede salvar en caso de fallo.
  5. Evitar redes y proveedores desconocidos en países de alto riesgo digital.
  6. Borrar los perfiles antiguos de eSIM cuando ya no se usen, para reducir la superficie de ataque.

El futuro: más comodidad, pero también más superficie de ataque

Las eSIM representan un paso lógico hacia un futuro de conectividad más ágil, flexible y global. Grandes fabricantes como Apple y Samsung ya apuestan por eliminar la SIM física en algunos mercados. Sin embargo, la seguridad todavía no está a la altura de la adopción.

Lo que hoy es una comodidad tecnológica, mañana puede convertirse en un arma de espionaje, robo de identidad o vigilancia masiva si no se establecen regulaciones claras y sistemas de seguridad reforzados.

El reto será encontrar un equilibrio entre flexibilidad y protección, especialmente en escenarios sensibles como el turismo internacional, la movilidad empresarial o el uso en entornos de censura.


Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Es más segura una eSIM que una SIM física?
No necesariamente. Aunque elimina el riesgo de clonación física, abre nuevas vías de ataque digital como el SIM swapping remoto.

¿Puedo viajar al extranjero solo con eSIM?
Sí, pero se recomienda tener un plan de respaldo (como un móvil dual con SIM física) para evitar quedarte incomunicado si la eSIM falla o es bloqueada.

¿Cómo sé si un proveedor de eSIM es fiable?
Lo ideal es contratar directamente con la operadora o con proveedores reconocidos internacionalmente. Evita webs poco conocidas sin reseñas verificables.

¿Qué pasa si me hackean la eSIM?
El atacante podría recibir tus llamadas, SMS y códigos de verificación, comprometiendo cuentas bancarias o redes sociales. Por eso es clave proteger la cuenta de tu operadora con MFA.

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